Un crucero proveniente de Cabo Verde, África, ingresó a Argentina el viernes pasado luego de que autoridades del país cometieran un error geográfico al confundir el continente mencionado con Asia.
La falla fue detectada hasta 12 horas después, por lo que los nuevos protocolos de seguridad y salud de cara al surgimiento de la variante Ómicron de COVID-19 detectada en Sudáfrica, no fueron efectuados.
“Boluda, este barco viene de Cabo Verde, ¿eso no es en África?”, le dijo una inspectora de la Dirección Sanitaria de Fronteras, que depende del Ministerio de Salud, a su colega en tierra, quien argumentaba que Cabo Verde estaba en el continente asiático.
La entrada de la embarcación se dio el viernes, mientras que la conversación ocurrió el sábado.
Aunque este lunes Argentina anunció la implementación de medidas de seguridad para evitar la propagación de la mutación en el territorio, que incluyen aislamiento para provenientes de África; las indicaciones ya habían sido entregadas a autoridades fronterizas para extremar controles.
Frente al error, la disposición es que los pasajeros provenientes de África permanecerán en cuarentena. Además, se informó que una persona dio positivo a COVID, por lo que fue aislada junto con las personas con las que mantuvo contacto, sin embargo aún no se determina si la variante a la que se enfrentan en este contagio es Ómicron.
Hasta ahora este nuevo tipo de COVID-19 ha sido detectado en Sudáfrica, Bélgica, Reino Unido, Escocia, Canadá, Alemania, Australia, Dinamarca, República Checa,Botswana, Hong Kong, Israel, Italia, Países Bajos y Portugal.
Esta cepa del COVID detectada en Sudáfrica ha alertado a expertos debido a la cantidad de mutaciones. En lo general, la Ómicron tiene 50 mutaciones, más de 30 en la proteína de pico. En este sentido, uno de los escenarios que más preocupa a los científicos es su posible impacto en la transmisibilidad y su potencial capacidad de evadir la inmunidad o protección previa.
