"¿Quiero escribir? ¿Quiero hablar? ¿Quiero hacer senderismo? ¿Quiero quedarme en casa? ¿Quiero ir a ver mundo? He decidido no hacer nada para empezar y ver qué ocurre", reconoció.
Sus predecesores no estuvieron mucho tiempo fuera del radar. Helmut Schmidt, que dejó la cancillería en 1982, se convirtió en coeditor del semanario Die Zeit y en popular comentarista de la vida política.
Helmut Kohl abrió su firma de consultoría y Gerhard Schroeder se convirtió en miembro de un grupo de presión, y se puso al frente del consejo de administración del gigante del petróleo ruso Rosneft.
El escritor alemán David Safier ha imaginado un futuro más excéntrico para la canciller con la novela "Miss Merkel", en la que la dirigente abandona su retiro para investigar un misterioso asesinato.
Termina la era Merkel y Olaf Scholz es elegido como canciller de Alemania
Plantar verduras
Merkel puede buscar pasar más tiempo con su marido Joachim Sauer in Hohenwalde, cerca de Templin, en la Alemania del Este en la que creció y donde tiene una casa de veraneo donde se retira cuando está agotada.
En una entrevista con la revista Bunte en 2013 explicó también que disfrutaba del cultivo de verduras, especialmente de patatas.
Además, es conocida su afición por la isla volcánica de Isquia, frente a la costa de Nápoles, especialmente la remota villa costera de Sant'Angelo.
Esta semana, la canciller fue grabada con un teléfono buscando calzado en una tienda deportiva de Berlín, alimentando la especulación de que tenía en mente un retiro más activo.