El Parlamento austriaco aprobó este jueves la legalización del suicidio asistido para las personas que sufran una enfermedad grave o incurable, en respuesta a una decisión de la justicia que consideró que la actual prohibición violaba derechos fundamentales.
Según el texto, que tuvo el apoyo del conjunto de los partidos salvo la formación de extrema derecha FPÖ, los adultos en fase terminal o que sufran de una enfermedad permanente y debilitadora podrán tener una ayuda para suicidarse.