Asimismo arrasó 370 hectáreas de cultivo, la mayoría plataneras, principal cultivo de la isla y del resto del archipiélago canario, pero también viñas y aguacates.
Tampoco se puede olvidar el daño en las infraestructuras, con 73,8 kilómetros de carreteras destrozados, así como otras infraestructuras como conducciones de agua, luz y telefonía.
Los daños fueron tan grandes porque se dio la circunstancia de que la erupción volcánica tuvo lugar en una zona habitada.
En el transcurso de la erupción se produjeron diez evacuaciones, con 7,000 personas afectadas y seis confinamientos y en el aeropuerto de la isla fueron canceladas 500 operaciones por la presencia de ceniza.
Otro ejemplo de la magnitud del volcán es que la altura máxima del cono llegó a los 1,131 metros sobre el nivel del mar en el punto más alto.
Ola de calor deja cientos de muertos en Canadá
La Columbia Británica en Canadá registró 486 muertes repentinas, tres veces la cifra usual, en medio de la ola de calor que azotó la región.
También se dieron temperaturas inusualmente elevadas en el oeste de Estados Unidos, donde se registraron al menos 80 muertos, según la agencia AFP.
En Canadá el miércoles 30 de junio, los termómetros alcanzaron los 49,6°C en el pueblo de Lytton, en la provincia de Columbia Británica, que se mantuvieron en un rango de temperatura similar hasta el jueves por cuarto día consecutivo.
Lisa Lapointe, directora forense de la provincia, apuntó al clima extremo.
"Si bien es demasiado pronto para decir con certeza cuántas de las muertes están relacionadas con el calor, es probable que el aumento significativo en las muertes reportadas (del 195% en comparación con otros años) sea atribuible al clima extremo que ha experimentado la Columbia Británica y continúa afectando a muchas partes de nuestra provincia", dijo concretamente.
Récords
Entre los últimos tres y cinco años, solo se habían producido en la provincia tres muertes por causas vinculadas al calor.
Desde el viernes 25 de junio, la policía de la ciudad portuaria de Vancouver atendió a más de 130 muertes repentinas. En su mayoría las víctimas eran ancianos o tenían problemas de salud, y el calor fue un factor determinante.
Muchos de los fallecidos, apuntó Lapointe said, vivían solos, en casas sin ventilación.
El sistema climático se movió hacia las praderas canadienses, una región que se extiende a lo largo de las provincias de Alberta, Saskatchewan y partes de Manitoba.