De acuerdo con la joven, muchos rusos han comprado el discurso que emiten las televisoras estatales rusas, fieles al Kremlin.
"Realmente me asusté cuando mi madre citó exactamente a la televisión rusa. Simplemente les están lavando el cerebro. Y la gente confía en ellos", indicó.
En los canales estatales rusos no ha habido mención sobre los bombardeos en zonas residenciales de Járkov o la muerte de civiles. Los medios rusos dicen que la amenaza para los civiles ucranianos no proviene de las fuerzas armadas rusas, sino de los nacionalistas ucranianos que utilizan a los civiles como escudos humanos.
Estos medios incluso evitan utilizar la palabra guerra, sino usan el término “operación militar especial”, usado por el Kremlin para hablar de la invasión a Ucrania. El objetivo, al igual que dijo Putin en su anunció del 24 de febrero, es “liberar a Ucrania de un gobierno de drogadictos y neonazis”.
El jefe del servicio ruso de BBC Monotoring, dijo que está sorprendido por por "la representación puramente orwelliana" del conflicto que presentan los canales rusos.
Operación policial contra Memorial
Estas restricciones y cierres se producen en un año especialmente duro en Rusia para los medios independientes, la oposición política y la sociedad civil.
Numerosas publicaciones y periodistas han sido etiquetados como "agentes del extranjero", una categoría que les obliga a llevar a cabo pesadas gestiones administrativas, con el riesgo de ser perseguidos por ley ante la mínima falta.