Biden anunció el martes una prohibición de Estados Unidos sobre el petróleo ruso y otras fuentes de energía, intensificando una campaña de presión sobre Moscú. Tales medidas podrían aumentar aún más los precios de la gasolina para los consumidores estadounidenses, lo que agregaría nuevas presiones inflacionarias.
El compromiso con Maduro, un adversario de Estados Unidos desde hace mucho tiempo, también tenía como objetivo evaluar si Venezuela está preparada para distanciarse de Rusia.
Pero la administración de Biden enfrentó fuertes críticas en el Congreso en Washington por su acercamiento a Maduro, quien está bajo sanciones de Estados Unidos por abusos a los derechos humanos y represión política.
El senador Robert Menéndez, compañero demócrata de Biden y presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, instó a la Casa Blanca a no buscar un acuerdo con Venezuela.
Maduro "es un cáncer para nuestro hemisferio y no debemos insuflar nueva vida a su reinado de tortura y asesinato", dijo el senador en un comunicado.
Estados Unidos reconoció en 2019 al opositor Juan Guaidó como el líder legítimo del país tras la reelección de Maduro en 2018, que los gobiernos occidentales calificaron como una farsa.
Punto de fricción
Cárdenas fue uno de los seis ejecutivos de la estadounidense Citgo Petroleum, filial de la estatal venezolana PDVSA, detenidos durante un viaje de negocios a Caracas en 2017.