Sherazade Rouibah, de 23 años y amiga de Troadec, dijo que la apertura de Macron hacia los votantes musulmanes entre la primera y segunda ronda de la elección le pareció hipócrita.
La semana pasada, Macron felicitó a una joven musulmana en Estrasburgo que llevaba el hiyab por llamarse a sí misma feminista.
"Es como, oh, durante cinco años estás en contra de nosotros (...) ¿y ahora te interesan nuestros votos? Y lo peor es que le vamos a votar porque Le Pen es peor que él", dijo Rouibah con una risa amargada.
Falta de confianza
Las encuestas muestran que es poco probable que Le Pen gane el domingo, pero no imposible. En 2017, cuando ambos candidatos se enfrentaron, Macron ganó a Le Pen con el 66.1% de los votos.
Los musulmanes no votarán en bloque por Macron. La percepción de que Macron ha adoptado políticas de derecha en materia de política identitaria y economía, que es un "presidente de los ricos" y que está alejado del pueblo llevará a algunos a votar a Le Pen, y a muchos más a abstenerse.
"Hay gente que la votará y que lo dice", comentó Troadec.
En una mezquita de Villeurbanne, un suburbio étnicamente diverso de la ciudad suroriental de Lyon, Hedi Baiben, de 42 años, dijo que a muchos de sus compañeros de culto les costaría votar por Macron, aunque en su opinión la opción más sensata es votar contra la ultraderecha.