En los alrededores de la terminal aérea, decenas de hondureños se congregaron con banderas azul turquesa y blanca del país para celebrar la extradición del exmandatario, señalado también de corrupción, al grito de "sí se pudo".
"Que se lleven a este hombre ladrón que tanto daño nos ha hecho", dijo una mujer identificada como Carmen al canal de televisión Televicentro.
En la "Operación Liberación" para extraditar a Hernández, bajo rigurosas medidas de seguridad, participan entre 800 y 1,000 miembros de la Policía Nacional, según dijo este jueves el ministro de Seguridad, Ramón Sabillón.
Cinco minutos después, el helicóptero de la FAH llegó a la Base Aérea Hernán Acosta Mejía, donde Hernández fue llevado al interior de esa instalación militar.
Hernández, de 53 años y quien gobernó entre 2014 y 2022, pasa hoy a la historia como el primer expresidente del país centroamericano en ser requerido por Estados Unidos y llevado en extradición a ese país, para enjuiciarlo por narcotráfico.
Estados Unidos acusa a Hernández de tres cargos asociados al narcotráfico y uso de armas para introducir droga a ese país, según informó la Embajada estadounidense en Tegucigalpa el 15 de febrero.
Entonces, la legación diplomática indicó en un comunicado que "en total, desde aproximadamente 2004, la conspiración transportó más de aproximadamente 500,000 kilogramos de cocaína a través de Honduras con destino a los Estados Unidos".
El primer cargo contra Hernández que le imputa Estados Unidos es por "conspiración para importar una sustancia controlada" a ese país, con el "conocimiento de que dicha sustancia sería importada ilegalmente" a territorio estadounidense, "a aguas a una distancia de 12 millas de la costa de los Estados Unidos".