Los manifestantes, incluidas figuras de la extrema derecha como Itamar Ben Gvir y Bezalel Smotrich, llegaron a la plaza frente a la puerta de Damasco, que accede al barrio musulmán de la ciudad, donde se encuentra la Explanada de las Mezquitas.
"El pueblo eterno no le teme a un largo camino", cantaban los manifestantes mientras agitaban banderas azul y blanco de Israel.
Estados Unidos y la ONU habían llamado a la moderación ante la polémica marcha, autorizada por el gobierno de Bennett.
A pesar de la celebración de la marcha —que cambió el recorrido para no atravesar la Puerta de Damasco, entrada al barrio musulmán de la Ciudad Vieja— y del ataque aéreo de Israel, Hamas no ha tomado acciones de represalia, como el lanzamiento de cohetes que sí emprendió el pasado 10 de mayo, coincidiendo con la convocatoria de ese mismo desfile, lo que desembocó en una escalda bélica de once días, la peor desde la guerra de 2014.
Los enfrentamientos terminaron el 21 de mayo gracias a una tregua "mutua, simultánea y sin condiciones", mediada principalmente por Egipto —aunque Jordania, Qatar, la ONU o Estados Unidos también influyeron— después de haber causado 255 muertos en la Franja y 13 en Israel.
"El bombardeo sionista de la Franja de Gaza es un intento fallido de detener la solidaridad y resistencia de nuestro pueblo para proteger la Ciudad Santa", se limitó a decir hoy en un comunicado el portavoz de Hamas, Hazem Qassem.
Analistas independientes en Gaza indicaron a EFE que Hamas se abstuvo de adoptar represalias porque está en contacto directo con los mediadores de Egipto que buscan apuntalar un alto el fuego de larga duración, pero también porque la última escalada redujo considerablemente su capacidad militar del movimiento, centrado ahora en la reconstrucción del enclave, sumido en ruinas y escombros desde entonces.
Hamas también habría tomado en consideración, según esas fuentes, que la población gazatí —unos dos millones de habitantes— quedó muy afectada, está agotada y necesita recuperar su rutina, por lo que ha optado por mantener su compromiso con Egipto para asegurar que la ardua rehabilitación del enclave siga su curso.
Con información de AFP y EFE