La directora de la Fundación Mujeres, Marisa Soleto, constata que una persona enferma no puede ir a trabajar y, como en otros muchos casos, en esta ocasión la sociedad, al tachar la menstruación de natural, no le da la importancia necesaria. Y valora que una iniciativa pública reconozca que determinados dolores son incapacitantes.
Riesgo de "estigmatización" para las mujeres
El debate es intenso porque, mientras el ala más izquierdista del gobierno lo impulsa, algunos ministros socialistas se muestran reticentes, temiendo que una medida así, por su elevado coste, sea en realidad contraproducente, al "estigmatizar" a las mujeres y propiciar la contratación de empleados masculinos.
Así, la ministra de Economía, Nadia Calviño, mostró sus reservas. Se trabaja en "distintos borradores" de esta ley, dijo la número dos del gobierno, antes de advertir que "el gobierno no tomará ninguna medida que estigmatice a las mujeres".
Tampoco hay unanimidad entre los sindicatos.
"No podemos poner otra vez el foco de atención sobre las mujeres", avisó Cristina Antoñanzas, vicesecretaria general de la UGT (Unión General de Trabajadores), en declaraciones a la televisión Antena 3, expresando su temor a medidas que "van a discriminar o a dificultar nuestra entrada en el mercado laboral".
Para Comisiones Obreras (CCOO), el otro gran sindicato español, en cambio, la baja por menstruación está "perfectamente justificada", según su secretario general, Unai Sordo.