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Cuba en la Cumbre de las Américas: del “comes y te vas” al deshielo con EU

La isla ha sido un invitado excepcional en el encuentro continental, pero en las ocasiones en que sus presidentes han asistido, la polémica ha reinado.
mar 07 junio 2022 01:45 PM
El presidente de Cuba, Fidel Castro, recibe al presidente mexicano, Vicente Fox, después de su llegada a la Habana, Cuba el 3 de febrero de 2022.
En abril de 2002, el gobierno cubano difundió una conversación telefónica entre el entonces presidente mexicano Vicente Fox —anfitrión de la cumbre— y Castro antes de la cumbre de marzo, en la que se explicaba lo sucedido.

Estados Unidos, anfitrión de la novena Cumbre de las Américas, rechazó invitar a los gobiernos de Nicaragua, Venezuela y Cuba por considerar que son regímenes que no tienen respeto ni por las instituciones democráticas ni por los derechos humanos.

Las ausencias de Venezuela y Nicaragua en la cita continental, que se lleva a cabo esta semana en Los Ángeles, son extrañas pues sus gobiernos han sido invitados a la mayoría de estas. Solo en la Octava Cumbre de las Américas, celebrada en Perú en 2018, la cancillería peruana retiró la invitación al presidente venezolano Nicolás Maduro. En su lugar, se invitó a una delegación opositora.

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El caso de Cuba es distinto. Al no formar parte de la Organización de Estados Americanos (OEA) —uno de los organizadores del evento— su presencia ha estado sometida al capricho del país sede de la cumbre.

La isla fue suspendida en la OEA poco después del triunfo de la Revolución de 1959 liderada por Fidel Castro, y aunque el veto le fue levantado en 2009, el gobierno cubano ha descartado tajantemente reintegrarse.

AMLO no asistirá a la Cumbre de las Américas

El país ha tenido presencia en la Cumbre de las Américas en dos ocasiones y en ambas, la participación de los entonces presidentes cubanos, Fidel Castro y Raúl Castro, ha sido uno de los principales atractivos de las cumbres.

Fidel Castro en la Cumbre Extraordinaria de 2002

Entre la Tercera Cumbre de las Américas, celebrada en abril de 2001 en Montreal, Canadá, y enero de 2002, 14 jefes de Estado y gobierno asumieron sus cargos en América, por lo que se tomó la iniciativa se hacer una cumbre extraordinaria entre el 18 y el 22 de marzo de 2002 en Monterrey, México.

“La reunión en Monterrey ofrecerá a los líderes de la región la oportunidad de renovar su visión compartida sobre cómo lograr los ambiciosos objetivos que han establecido para el hemisferio”, dijo la entonces Secretaria Ejecutiva de la Secretaría de Cumbres de las Américas de la OEA, Irene Klinger en un comunicado.

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Entre las sorpresas de la Cumbre estuvo la invitación a Fidel Castro, el presidente de Cuba. Sin embargo, solo estuvo presente en los primeras horas del encuentro. “Les ruego a todos me excusen que no pueda continuar acompañándolos, debido a una situación especial creada por mi participación”, se excuso Castro.

En abril de 2002, el gobierno cubano difundió una conversación telefónica entre el entonces presidente mexicano Vicente Fox —anfitrión de la cumbre— y Castro antes de la cumbre de marzo, en la que se explicaba lo sucedido.

“Terminado el evento y la participación, digamos, ya te regresas (…) y que me dejaras libre, y es la petición que te hago, el viernes, para que no me compliques”, le pidió Fox a Castro en la llamada.

Al día siguiente de la estadía de Castro, se celebraría una comida entre jefes de Estado a la que asistiría el presidente estadounidense George W. Bush, el invitado con quien Fox no quería que se topase el líder cubano. Con el fin de evitar un conflicto con Cuba, Fox invitó a Castro a sentarse a su lado en una comida antes de su partida.

“No he encontrado ninguna alternativa a la que había, hay que tomar en cuenta el conjunto de factores”, dijo a la agencia EFE, Jorge Castañeda, secretario de Relaciones Exteriores de México entre 2000 y 2003.

Toda esta situación provocó un deterioró en las relaciones bilaterales entre México y Cuba. Dos años después del “comes y te vas”, en 2004, Fox expulsó al representante diplomático cubano y retiró a su embajador en la isla durante casi tres meses.

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Raúl Castro en la Séptima Cumbre de las Américas

La siguiente aparición de un Castro en la Cumbre de las Américas fue mucho más positiva. El 24 de febrero de 2008, Fidel Castro dejó la presidencia de Cuba, puesto que ocupó su hermano Raúl. Con él al frente de la isla, vino un periodo de ligera apertura internacional.

En Estados Unidos gobernaba el demócrata Barack Obama, quien promovió una serie de medidas para descongelar la relación con Cuba, que se encontraba rota desde el triunfo de la Revolución Cubana en 1959.

Estos esfuerzos, tanto de Castro como de Obama, alcanzaron unos de sus puntos más altos en la Séptima Cumbre de las Américas, celebrada entre el 9 y el 11 de abril de 2016 en la Ciudad de Panamá. Cuba fue invitada por Panamá después de la presión de los países miembros de ALBA —Venezuela, Bolivia y Nicaragua—, de boicotear la reunión si no se invita a la isla.

Obama y Castro se estrecharon las manos sonrientes en la inauguración de la Cumbre, un gesto cargado de simbolismo en momentos en que ambos buscaban restaurar los lazos entre los enemigos de la Guerra Fría.

Los líderes de las dos naciones enfrentadas durante casi 60 años se encontraron cara a cara en la recepción previa a la ceremonia inaugural del evento y charlaron cómodamente entre un grupo de líderes, mostraron imágenes de televisión y una serie de fotos tomadas por una delegación oficial.

“Se saludaron y se estrecharon las manos”, confirmó Bernadette Meehan, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.

Sin embargo, un funcionario de la Casa Blanca dijo a Reuters que fue “una interacción informal y no hubo una conversación sustancial entre los dos líderes”.

Obama y Castro se volvieron a encontrar el sábado, en una charla sobre sus esfuerzos por restablecer las relaciones diplomáticas e impulsar el comercio y los viajes entre los dos países. Antes de la cumbre, hablaron telefónicamente.

Castro no asistió a la Octava Cumbre de las Américas, celebrada en Lima, Perú el 13 y el 14 de abril de 2018, aunque sí asistió el canciller cubano, Bruno Rodríguez, así como una nutrida delegación de la sociedad civil oficialista.

Menos de una semana después, el 19 de abril de 2018, Raúl Castro dejó la presidencia de Cuba. El peso fue ocupado por el entonces primer vicepresidente, Miguel Díaz-Canel.

Tampoco asistió a esa cumbre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Durante su gobierno, el republicano deshizo muchas de las políticas de deshielo de Obama y endureció las sanciones contra la isla.

Además, La Habana mantiene un agrio enfrentamiento con el secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, muy crítico con el país caribeño desde su llegada a ese cargo, el 26 de mayo de 2015. Fue reelegido en el cargo el 20 de marzo de 2020.

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