“Se saludaron y se estrecharon las manos”, confirmó Bernadette Meehan, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
Sin embargo, un funcionario de la Casa Blanca dijo a Reuters que fue “una interacción informal y no hubo una conversación sustancial entre los dos líderes”.
Obama y Castro se volvieron a encontrar el sábado, en una charla sobre sus esfuerzos por restablecer las relaciones diplomáticas e impulsar el comercio y los viajes entre los dos países. Antes de la cumbre, hablaron telefónicamente.
Castro no asistió a la Octava Cumbre de las Américas, celebrada en Lima, Perú el 13 y el 14 de abril de 2018, aunque sí asistió el canciller cubano, Bruno Rodríguez, así como una nutrida delegación de la sociedad civil oficialista.
Menos de una semana después, el 19 de abril de 2018, Raúl Castro dejó la presidencia de Cuba. El peso fue ocupado por el entonces primer vicepresidente, Miguel Díaz-Canel.
Tampoco asistió a esa cumbre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Durante su gobierno, el republicano deshizo muchas de las políticas de deshielo de Obama y endureció las sanciones contra la isla.
Además, La Habana mantiene un agrio enfrentamiento con el secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, muy crítico con el país caribeño desde su llegada a ese cargo, el 26 de mayo de 2015. Fue reelegido en el cargo el 20 de marzo de 2020.