Estos precedentes salvaguardaron una serie de libertades personales, como la anticoncepción en una decisión de 1965 (“Griswold v. Connecticut”), el matrimonio interracial en 1967, la intimidad entre personas del mismo sexo en 2003 (“Lawrence v. Texas”), y el matrimonio gay en 2015 (“Obergefell v. Hodges”).
En futuros casos, dijo Thomas, “deberíamos reconsiderar todos los precedentes de este tribunal sobre el debido proceso sustancial”, mencionando específicamente las sentencias que protegen los derechos a la anticoncepción, la intimidad entre personas del mismo sexo y el matrimonio homosexual.
Según Clarence Thomas, como estas sentencias se basan en el mismo precepto de la Constitución que el que protegía el derecho al aborto, la Corte tiene “el deber de ‘corregir el error'" que establecieron. Habría entonces que analizar si otros apartados de la Constitución "garantizan el sinfín de derechos" así "generados", explicó.
Por ahora solo es la opinión de uno de los nueve jueces integran el templo del derecho estadounidense.
“Estos temas son parte de la conversación nacional en curso sobre lo que significa nuestra carta fundamental como pueblo. Y no es sorprendente que haya profundos desacuerdos entre los jueces”, dijo Marc Spindelman, profesor de leyes de la Universidad Estatal de Ohio, en una entrevista para The State of Ohio.
Sin embargo, los miembros de la comunidad LGBTQ no se muestran confiados después de la publicación de la opición de Thomas.