El Partido Conservador deberá ahora elegir durante el verano a un nuevo dirigente para reemplazar a Johnson, probablemente a partir de octubre, como su líder y por consiguiente como jefe del gobierno.
Mientras tanto, el controvertido Johnson se declaró determinado a seguir dirigiendo al país y para dejarlo claro el jueves nombró a nuevos ministros y secretarios de Estados para reemplezar al alud de dimisionarios.
Para el líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, su futura partida es "una buena noticia", pero no basta.
"Necesitamos un verdadero cambio de gobierno", dijo considerando una moción de censura contra el gobierno para precipitar la convocatoria de elecciones generales anticipadas.
Los acontecimientos se aceleraron a primera hora del jueves, cuando ya habían dimitido casi 60 miembros del gobierno de Johnson en una incesante sangría que comenzó el martes con dos pesos pesados: el ministro de Finanzas, Rishi Sunak, y el de Sanidad, Sajid Javid.
El jueves, el nuevo titular de Finanzas, Nadhim Zahawi, nombrado el mismo martes, se sumó a quienes pidieron al primer ministro que se fuera. "Sabe en su corazón qué es lo correcto, váyase ahora", escribió en una carta publicada en Twitter.
Michelle Donelan, nombrada también el martes en la cartera de Educación para reemplazar a Zahawi, presentó asimismo su dimisión menos de dos días después.