En la sesión semanal de preguntas en el Parlamento, lanzó una caótica defensa de sus logros desde que llegó al gobierno y de los problemas que quedan por resolver, como la acuciante crisis por el coste de la vida.
"El trabajo de un primer ministro en circunstancias difíciles, cuando se ha recibido un mandato colosal, es seguir adelante y eso es lo que voy a hacer", afirmó.
El líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, lo acusó de dar un "espectáculo patético" en "el último acto de su carrera política".
De acuerdo con un reporte de la BBC, un grupo de ministros, incluido el jefe de la bancada del Partido Conservador, se reunió con Johnson para pedirle que renuncie. El premier senegó pero el primer ministro conservador se declaró determinado a seguir en el cargo y a concentrarse en "los asuntos de gran importancia a los que se enfrenta el país", informaron varios medios.
Renuncias de peso
El martes por la noche, los ministros de Salud, Sajid Javid, y de Finanzas, Rishi Sunak, anunciaron casi al mismo tiempo sus dimisiones. Les siguieron otros 27 miembros del gobierno, de menor rango, en una incesante sangría el miércoles de secretarios de Estado.
"De buena fe, debemos pedirle que, por el bien del partido y del país, se haga a un lado", escribieron cinco de ellos en una carta conjunta de renuncia.
Otros miembros del ejecutivo, fieles a Johnson, defendieron el balance político de su líder que, en una comparecencia ante un comité formado por los presidentes de las diferentes comisiones parlamentarias, descartó convocar elecciones anticipadas.
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"Realmente no creo que nadie en este país quiera que los políticos se dediquen ahora a hacer campaña electoral. Y creo que debemos seguir sirviendo a nuestros votantes y ocupándonos de los temas que les preocupan", afirmó.