La nueva generación de vacunas se dirige tanto a la cepa original del covid-19 como a las subvariantes BA.4 y BA.5 de ómicron.
Por tanto, deberían "brindar una mayor protección contra la variante ómicron que circula actualmente", detalló la FDA en un comunicado.
En junio pasado, el Departamento de Salud de Estados Unidos anunció que había comprado 105 millones de dosis de Pfizer y 66 millones de Moderna para usar durante el otoño y el invierno.
Las vacunas aún no han sido recomendadas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC)), la principal agencia de salud pública estadounidense.
Los CDC convocaron a un comité de expertos independientes para discutir el tema este jueves.
Tras realizar esas consultas, la directora de la agencia, Rochelle Walensky, será la encargada de darle la luz verde definitiva.
Pfizer y Moderna también han presentado una solicitud de autorización para esta versión actualizada de su vacuna a la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).