Nueva York, una de las ciudades más pobladas del mundo, sufre una invasión de ratas. Desde el verano, varios medios de comunicación han hablado de cómo estos roedores están lastrando la imagen de recuperación de la ciudad luego de la pandemia.
Como una medida para tratar de frenar la invasión de estos animales, las autoridades la ciudad han tomado la decisión de modificar los horarios de recolección de la basura.
El problema de las ratas se está escapando del control en Nueva York. De enero a septiembre de este año, el número de ratas ha aumentado 71% en comparación con el mismo periodo de 2020, de acuerdo con cifras gubernamentales citadas por el diario New York Daily News.
También han aumentado las llamadas al número 311 sobre alistamientos de ratas han aumentado, de acuerdo con el New York Times.
"Es obvio que Nueva York siempre ha tenido ratas", dijo Marcell Rocha, un residente de Greenwich Village, pero ahora "son más grandes y atrevidas, y te saltan enfrente. Son gimnastas, hacen volteretas".
En la primavera de 2020, esta ciudad del noreste de Estados Unidos se convirtió en uno de los focos globales del covid-19. Esto obligó a la ciudad a tomar estrictas medidas de confinamiento. La ciudad que nunca duerme, tuvo que descansar.
Este encierro tuvo una consecuencia inesperada: las ratas comenzaron a proliferar u se volvieron mucho más temerosas, e incluso, agresivas, de acuerdo con una alerta emitida por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
"Los roedores dependen de la comida y de las sobras de esos establecimientos”, indicaba la alerta. Esto ha hecho que salgan más a la calle para buscar alimentos, además de cometer conductas poco comunes en la especie, como el canibalismo.
Las quejas de ratas aumentaron inicialmente en 2021. Entonces muchos culparon de su aumento de población a las terrazas al aire libre que muchos restaurantes habían construido en medio de la pandemia.
Al inicio de la pandemia, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, lanzó el programa "Restaurantes Abiertos". Fue parte de una visión más amplia de una ciudad menos dominada por el tráfico automotriz y más enfocada en los residentes y visitantes. Pero, sobre todo, fue un salvavidas para la industria de la hotelería y los restaurantes.
Aunque los restaurantes pudieron volver a abrir sus salones a finales de 2020, el entonces alcalde dijo que quería extender el modelo de restaurantes al aire libre.
En Nueva York, desde hace más de 50 años, los habitantes están acostumbrados a sacar sus bolsas de basura a las aceras desde las 16:00 horas, sin importar si es época de lluvias o si hace demasiado calor.
Esto no solo provoca una mala imagen, sino que se convierte en el espacio más propicio para que las ratas se reproduzcan.
Con el fin de enfrentar la plaga de ratas. El alcalde de Nueva York, Eric Adams, propuso que la basura residencial y comercial no esté permitida en las calles antes de las 20:00 horas, pero no después de medianoche, como dictan los mandatos actuales.
Si se utiliza un contenedor con una tapa resistente a las ratas, los residentes pueden sacar su basura dos horas antes, y los negocios que utiliza esos contenedores para sus desperdicios puedes colocarlos para su recogida una hora antes del cierre del negocio.
La hora de inicio actual de las 16:00 horas, entre las horas de eliminación de basura más tempranas para las principales ciudades de todo el mundo, significa que los desechos pueden permanecer en el pavimento durante 14 horas antes de que un camión de saneamiento aparezca para transportarlos.
“Esto reducirá la cantidad de tiempo que la basura está en la calle antes de su recolección, manteniendo nuestras calles más limpias por un período de tiempo más largo y desanimando a los roedores de tener su propia versión de lo que nos gusta decir, abrir restaurantes”, dijo Adams.
El ecologista urbano Michael Parsons dijo a la CNN que no está muy confiado en las nuevas medidas ante la última medida de la ciudad para combatir las crecientes quejas sobre los montones de basura y los avistamientos de ratas en las aceras de Nueva York.
“Muchos de los roedores tienen sentimientos encontrados sobre esto”, dijo Parsons sobre el plan. “Por un lado, estamos felices de que algo esté sucediendo. Por otro lado, hemos argumentado que es mucho mejor trabajar en el problema de manera proactiva en lugar de algún tipo de reacción instintiva”.
