"Las manifestaciones pacíficas siempre serán bienvenidas, pero nuestros métodos no pueden ser los mismos de la izquierda, que siempre perjudican a la población, como invasión de propiedades, destrucción de patrimonio y cercenamiento del derecho de ir y venir", agregó.
Su jefe de gabinete, Ciro Nogueira, quien habló después de la breve intervención pública de Bolsonaro, dijo que se iniciaría el proceso de transición al gobierno de Lula.
El ultraderechista aseguró que, pese a la derrota, "la derecha surgió de verdad en el país", y destacó la "robusta" representación en el Congreso conseguida en las elecciones del 2 de octubre. "Formamos diversos líderes por Brasil, nuestros sueños siguen más vivos que nunca", dijo al proyectar el futuro fuera de la Presidencia, que debe dejar el 31 de diciembre.
El mandatario se jactó de haber "superado una pandemia y las consecuencias de una guerra", teniendo "todo el sistema en contra".
"Siempre fui catalogado como antidemocrático y, al contrario de mis acusadores, siempre actué dentro de la Constitución (...) Mientras sea presidente de la República y ciudadano, continuaré cumpliendo todos los mandamientos de la Constitución", dijo el mandatario saliente, de 67 años.
Bolsonaro, que agradeció a los 58 millones de brasileños que lo votaron el domingo, autorizó a Nogueira a iniciar la transición con el gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula.
Se despidió asegurando estar "honrado" de estar en un lugar de líder, y sin responder preguntas.
Con información de AFP