Las elecciones de medio término en Estados Unidos perfilan un cambio en el escenario político de ese país y, con ello, la relación que guarda con México puede llegar a sufrir algunas modificaciones.
Según avanza el recuento de votos, es muy probable que el Partido Republicano arrebate al Partido Demócrata —al que pertenece el presidente Joe Biden— la mayoría en la Cámara de Representantes, pero con una victoria mucho menor de la que esperaban ellos y las encuestas.
Los republicanos habían conseguido al menos 210 escaños en la Cámara de Representantes, según las proyecciones de Edison Research, ocho menos de los 218 necesarios para arrebatar la Cámara a los demócratas y frenar de forma efectiva la agenda legislativa del presidente Joe Biden.
El Senado es una carrera aún más complicada. La elección en Georgia se irá a segunda vuelta y los resultados en Arizona y Nevada podrían tardar varios días aún. Los demócratas, que arrebataron a los republicanos un escaño en Pensilvania, podrían retener el control de esta cámara.
La estrategia de Biden y del Partido Demócrata para detener la “ola roja” fue exitosa, de acuerdo con analistas.
“Es un logro muy importante que evitó una amenaza mayor a la democracia estadounidense, como la que se pensó que iba a ocurrir y, en ese sentido, los republicanos fracasaron y Trump no triunfó como creía”, dijo el exdirector y experto del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM, José Luis Valdés Ugalde, en una conferencia de prensa.
Así es como se puede modificar la relación bilateral entre México y Estados Unidos si las proyecciones se confirman y el congreso cae en las manos de los republicanos.
A México se le identifica como aliado o socio comercial. Como parte del diálogo económico de América del Norte en este año, las cadenas de valor, los semiconductores, las pequeñas y medianas empresas fueron incluidos en una agenda de alto nivel. “La política comercial es determinante”.
México y Estados Unidos guardan una relación relativamente buena en estos momentos, de acuerdo con Rodrigo Aguilar Benignos, analista y miembro del consejo de relaciones exteriores de Estados Unidos.
“El gobierno de México ha construido un buen entendimiento con la administración de Biden” en la mayoría de los temas de la agenda bilateral”, señala el especialista. Sin embargo admite que algunos temas han generado tensiones entre los dos gobiernos.
Algunos de esos temas son la seguridad fronteriza, el tráfico de armas y de fentanilo, una droga de la que México es un importante productor y que ha causado una ola de sobredosis en Estados Unidos.
En el caso de que los demócratas tengan preminencia en la Cámara de Senadores u obtengan la mayoría relativa, los grandes temas que afectarían la relación con México serían: derechos humanos, asesinatos de periodistas, respeto a las instituciones, lucha contra la corrupción, migración y combate contra el cambio climático, entre otros, detalló Valdés Ugalde.
Mientras tanto, los republicanos tienen en sus prioridades: tráfico de drogas, en particular de fentanilo, al igual que de personas y migración indocumentada; crimen organizado; y política energética.
Otro tema es la inversión en materia energética. México está en consultas en estos temas con sus socios en el Tratado de México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
José Luis Valdés aclaró que aunque la relación con nuestra nación no fue tema central en las campañas, con el triunfo en la Cámara de Representantes los republicanos tendrían el control de las presidencias de comisiones importantes para México, como las de asuntos exteriores, agricultura y de asuntos judiciales.
En términos ideológicos, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, guarda más similitudes en temas sociales con el Partido Republicano, señala Alejandro Díaz Domínguez, profesor e investigador principal en Democracia y Asuntos Globales de la Facultad de Ciencias Sociales y Gobierno del Tec de Monterrey en entrevista.
“Por mucho que el presidente hablé contra los conservadores, en realidad es un presidente más muy conservative, dirían los estadounidenses, aunque tiene planes sociales, es muy conservador en temas sociales”.
Por ejemplo, el gobierno de López Obrador ha evitado impulsar la despenalización del aborto a nivel nacional, aunque no se ha manifestado en contra. Las políticas climáticas de la actual administración mexicana también están más alineadas con los republicanos.
Con información de Reuters y AFP
