El jefe de la Autoridad Judicial de Ispahan (centro-oeste), Abdullah Jafari, indicó el domingo 11 de diciembre que el futbolista, detenido desde el 18 de noviembre, estaba acusado de pertenecer a un grupo de nueve personas que trataron de atacar los "fundamentos de la República islámica de Irán", según la agencia Isna.
"Amir y otras tres personas son el origen de una protesta que se produjo el 16 de noviembre en Ispahan" durante la que tres agentes de seguridad murieron, según Jafari.
Amir Nasr-Azadani es sospechoso de haber estado implicado en la muerte de uno de los tres agentes de seguridad, según la agencia de prensa Tasnim.
La exestrella internacional iraní Ali Karimi, ferviente defensor de las manifestaciones, apoyó al futbolista con un tuit: "No ejecuten a Amir”.
El 13 de diciembre la Federación Internacional de Asociaciones de Futbolistas Profesionales (FIFPro) pidió el levantamiento "inmediato" de la amenaza de pena de muerte contra Amir Nasr-Azadani.
"FIFPro está conmocionado y asqueado por las informaciones según las que el futbolista profesional Amir Nasr-Azadani podría ser ejecutado en Irán después de haber hecho campaña por los derechos de las mujeres y las libertades fundamentales en el país. Somos solidarios con Amir”.
Las protestas en Irán
Irán se ha visto sacudido por las protestas tras la muerte, el 16 de septiembre, de Mahsa Amini, una joven kurda iraní de 22 años que falleció tras ser detenida por la policía de la moralidad por infringir el estricto código de vestimenta obligado para las mujeres.