Según ella, "aunque no haya policía de la moral, nada impide que otras fuerzas del orden apliquen estas leyes discriminatorias".
Para Omid Memarian, analista de Irán para Democracy for the Arab World Now (DAWN) "la supuesta suspensión" de la policía de la moral "no significa nada, pues ya se había vuelto irrelevante debido al nivel masivo de desobediencia civil de las mujeres y al desafío de las normas relacionadas con el hiyab”.
La movilización, atizada además por años de enfado por los problemas económicos y la represión política, exige también el fin de la República Islámica dirigida por el ayatolá Alí Jamenei.
Para el analista, el uso obligatorio del velo es "uno de los pilares de la República Islámica". "Abolir esas leyes y estructuras significaría un cambio fundamental en la identidad y la existencia de la República Islámica", señaló.
El lunes, reinaba cierta confusión en el país sobre el anuncio de Montazeri, ya que sólo dos diarios reformistas publicaron la noticia en su portada y los medios conservadores lo ignoraron en gran medida.
"El fin de la policía de la moral", titulaba el diario Sazandegi. Pero el periódico Sharq se mostró más prudente. "¿Es el fin de las patrullas?", se preguntaba, señalando que el servicio de comunicación de la policía no lo habían confirmado.
El hiyab "sigue siendo obligatorio", dijo Shadi Sadr, cofundadora de la ONG Justice for Iran, con sede en Londres. Aunque las protestas comenzaron por la muerte de Amini, "los iraníes no descansarán hasta que el régimen desaparezca", estimó.
Con información de AFP y Reuters