China aún no admite la entrada de visitantes extranjeros, y mantiene suspendida la emisión de visados para turistas internacionales y estudiantes.
Pero el levantamiento de la cuarentena obligatoria despertó un enorme interés entre los habitantes de China por viajar al exterior, después de estar en gran medida confinados en su propio país desde que Pekín impuso restricciones en marzo de 2020.
Italia anunció el miércoles que exigirá pruebas del coronavirus para quienes lleguen procedentes de China.
A su vez, el presidente francés, Emmanuel Macron, pidió "medidas adecuadas para proteger" a su población, y aseguró que su gobierno vigila "la evolución de la situación en China".
La Comisión Europea deberá reunirse el jueves para discutir "posibles medidas para un enfoque coordinado" de la Unión Europea a los contagios en el país asiático.
China relaja su estricta política 'covid cero'
Medidas "discriminatorias"
Chinos en el aeropuerto internacional de Pekín se mostraron generalmente comprensivos el jueves con las medidas.
"Es bueno ver que nuestras fronteras reabren", comentó un pasajero que iba a Budapest.
"Cada país tiene sus propias políticas. Nosotros las seguimos y vamos donde necesitamos ir", agregó.
Pero un hombre de 22 años de apellido Hu señaló que las reglas son innecesarias y "un poco discriminatorias".
"Nuestra política de covid para llegadas internacionales se aplica por igual", señaló, "¿por qué otros países tienen que darle un trato especial a los viajeros de China?".
Otro hombre llamado Qiu Yilong admitió en el centro de Pekín que los viajeros deben aceptar las reglas porque "no hay opción".