El presidente Luiz Inácio Lula da Silva no se encontraba en Brasilia porque está pasando el fin de semana en São Paulo y el domingo se desplazó a Araraquara, en el interior del estado, para supervisar los daños causados por las lluvias en la región.
Los partidarios de Bolsonaro llevan semanas acampados frente al Cuartel General del Ejército en Brasilia, así como en otras ciudades, en una movilización contra los resultados de las elecciones en las que se eligió a Lula presidente de la República.
El domingo, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, publicó en Twitter su apoyo a favor del gobierno de Lula.
"Reprobable y antidemocrático el intento golpista de los conservadores de Brasil azuzados por la cúpula del poder oligárquico, sus voceros y fanáticos. Lula no está solo, cuenta con el apoyo de las fuerzas progresistas de su país, de México, del continente americano y del mundo", tuiteó.
"Rechazamos cualquier intento en contra de las instituciones democráticas que se ha dado ese pueblo hermano", dijo por otra parte en su cuenta de Twitter el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.
Estados Unidos también condenó cualquier esfuerzo por socavar la democracia en Brasil, dijo el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, después de que partidarios del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro invadieron las sedes del Congreso, de la presidencia y del Tribunal Supremo del país.
"El presidente Biden está siguiendo de cerca la situación y nuestro apoyo a las instituciones democráticas de Brasil es inquebrantable. La democracia de Brasil no se verá sacudida por la violencia", dijo Sullivan en Twitter.
El lunes por la mañana, los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá publicaron un comunicado conjunto en el que condenaron los ataques de los seguidores de Bolsonaro a la sede de los poderes en Brasil.
"Apoyamos a la República Federativa de Brasil en la salvaguarda de sus instituciones democráticas. Nuestros gobiernos apoyan la libre voluntad de las personas de Brasil", indica el comunicado.
En la misma línea, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, condenó en su cuenta de Twitter los hechos y pidió una "urgente de reunión de la OEA si quiere seguir viva como institución y aplicar la carta democrática".
En tanto, el presidente chileno, Gabriel Boric, dijo en la misma red social que "el Gobierno de Brasil cuenta con todo nuestro respaldo frente a este cobarde y vil ataque a la democracia".
Ambos presidentes realizaron el lunes una declaración conjunta en Santiago, Chile, en la que condenaron "el golpe de la extrema derecha" contra la democracia de Brasil, que calificaron de "inaceptable".
El asalto el domingo por miles de bolsonaristas contra las sedes de la Presidencia, el Congreso y el Tribunal Supremo en Brasilia, "es un golpe de la extrema derecha contra algo que no quieren que es la democracia", dijo Petro, en una declaración conjunta con su par chileno en el palacio de La Moneda en Santiago.
Alberto Fernández, presidente de Argentina, Pedro Sánchez, de España y Guillermo Lasso, presidente de Ecuador, también manifestaron su respaldo al presidente de Brasil en la red social.
La invasión de los edificios de los Tres Poderes se produce dos años y dos días después de que partidarios del entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, atacaron e irrumpieron en el Capitolio de Washington, sede del Congreso estadounidense, en un intento de impedir la certificación de la victoria de Joe Biden en las elecciones de 2020.
Con información de AFP y Reuters