Los tanques de combate Leopard de fabricación alemana —el caballo de batalla de los ejércitos de toda Europa— se consideran la única opción plausible para entregar a Ucrania la fuerza de tanques a gran escala que necesita. Pero no pueden enviarse sin la autorización de Berlín, que hasta ahora no ha tomado una decisión.
La decisión será el primer punto de la agenda de Boris Pistorius, quien fue anunciado el martes como sustituto de la ministra de Defensa alemana, Christine Lambrecht, que dimitió el lunes.
"Cuando se declare a la persona, al ministro de Defensa, ésta será la primera cuestión que se decida concretamente", declaró el martes el ministro alemán de Economía, Robert Habeck, a la emisora de radio Deutschlandfunk, antes de que se anunciara el nombramiento.
Los aliados europeos más cercanos a Ucrania, como Polonia y Lituania, aprovecharon su presencia en el Foro Económico Mundial en Davos para presionar a sus socios de la UE, y especialmente a Alemania, para que se decidan a enviar los carros blindados de combate tipo Leopard que Kiev reclama y que consideran de importancia estratégica en esta etapa de la guerra.
"Esperamos que los tanques Leopard abran un nuevo capítulo (en el curso de la invasión rusa de Ucrania)", señaló el presidente polaco, Andrzej Duda, durante un debate con otros responsables políticos europeos.
Su colega de Lituania, Gitanas Nausėda, también subrayó que "alguien tiene que dar el primer paso, los tanques son ahora un factor muy estratégico" y dijo que desea con fuerza que el canciller alemán, Olaf Scholz,—que el miércoles tendrá una intervención en Davos— se decida finalmente.