Un poco más lejos, un joven repartidor en motocicleta de platos precocinados le da la razón.
"Todo el mundo recuperó una vida normal. Quedan con la familia, con sus amigos, salen para divertirse o viajar. Vuelven a sonreír", explica Liang Feicheng. "Ya no estamos preocupados e inquietos como entonces", afirma este repartidor, que llevaba unas gafas y una mascarilla para protegerse del frío glacial.
El confinamiento en enero de 2020, anunciado en plena noche y aplicado pocas horas después, cogió por sorpresa a los habitantes de esta metrópolis china. Cerraron los aeropuertos y las estaciones de trenes, así como las conexiones por carretera.
Wuhan quedó aislada del mundo durante 76 días, con sus habitantes encerrados en sus casas y los hospitales desbordados por la llegada de enfermos.
Pero el caos de hace tres años ya es cosa del pasado.
"La Casa de la Esperanza"
Delante de una tienda en que la AFP fotografió un cadáver que yacía sobre la acera, abrieron una escuela cuyo nombre parece un guiño a la superación de ese periodo crítico: "La Casa de la Esperanza".
El mercado de marisco de Huanan, del que se sospechó que pudo ser el epicentro de la epidemia, cerró en 2020. Grandes barreras azules continúan protegiendo ese lugar, delante del cual había un vehículo de policía, según comprobó la AFP.
Pese al retorno a la normalidad de los habitantes de Wuhan, así como en el resto de China, eso no significa que el coronavirus haya desaparecido del gigante asiático.
Alrededor del 80% de la población en China contrajo el covid-19 desde el levantamiento a principios de diciembre de las restricciones sanitarias, según el epidemiólogo Wu Zunyu, un referente en el país de la lucha contra el virus.
China informó este fin de semana de al menos 13,000 nuevos decesos "en relación con el covid-19" entre el 13 y el 19 de enero.
Esta cifra, que solo refleja los fallecidos en los hospitales, se suma a los 60,000 muertos desde diciembre, anunciados anteriormente por las autoridades.
Sin duda, se trata de un balance parcial en un país con 1.400 millones de habitantes, en que numerosos hospitales y crematorios se vieron desbordados durante el mes pasado.