El poder del cabildeo
Los firmantes critican que el nombramiento de Al Jaber fuera celebrado desde Estados Unidos, la Unión Europea e, incluso, la ONU, y subrayan que su elección refleja la gran influencia que siguen teniendo los grandes contaminadores sobre la política climática.
"Además, apunta a un problema más profundo: los intereses de los combustibles fósiles han invadido la CMNUCC (Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático) y amenazan su legitimidad”.
En su opinión, ninguna COP supervisada por un ejecutivo de una compañía de combustibles fósiles puede considerarse legítima y no puede seguir habiendo "grandes contaminadores escribiendo las reglas", según recoge la carga, abierta a nuevas suscripciones.
Por ello, urgen a la CMNUCC a que establezca un Marco de Rendición de Cuentas que incluya una política que termine con el conflicto de intereses de una vez por todas, así como que ninguno de los grandes contaminadores financie la acción climática.
Los cabilderos del petróleo y el gas fueron numerosos en la COP27 organizada el pasado noviembre en Egipto, y de hecho fueron un 25% más que en la cita anterior en Glasgow, según asociaciones ambientalistas.
El mayor contingente de lobistas eran precisamente los emiratíes, seguidos de los rusos.
La COP27 de Egipto permitió adoptar una resolución que dispone la creación de un fondo para cubrir los daños y pérdidas sufridos por los países más vulnerables al cambio climático, e históricamente menos responsables del mismo.
Sin embargo la COP27 no fijó objetivos más ambiciosos en cuanto a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Igualmente no se fijó un objetivo de salida de los combustibles fósiles.
Emiratos Árabes Unidos, uno de los mayores exportadores de petróleo del mundo, aboga por una salida progresiva de los hidrocarburos y se ha comprometido a alcanzar la neutralidad carbono en 2050.
El país ha tenido un crecimiento económico fulgurante desde los años 1970, gracias al petróleo, pero su economía se ha ido diversificando poco a poco.
El cambio climático es una cuestión sensible en los países del Golfo, donde las temperaturas suelen rozar los 50 grados en verano.
Con información de AFP y EFE