En cuanto al financiamiento, el aspecto que más aspereza generó en las negociaciones, el texto aprobado propone alcanzar "al menos 20,000 millones de dólares" de ayuda internacional anual para 2025 y "al menos 30,000 millones para 2030".
Las conversaciones sobre los fondos disponibles llevaron las tensiones a su punto máximo en el transcurso de la COP15.
Hasta el último minuto, representantes de China seguían tratando de convencer a los últimos países que se mantenían reacios a aceptar la oferta financiera del texto preliminar, en especial varios Estados africanos.
Con Brasil a la cabeza, decenas de países del Sur pedían a los del Norte, a los que acusan de haberse enriquecido a costa de sus recursos, que se comprometieran con 100,000 millones de dólares al año para conservación.
Esto representa diez veces la ayuda actual para la biodiversidad.
Además de los subsidios, los países en vías de desarrollo también trataron de lograr la creación de un fondo global dedicado a la biodiversidad como el aprobado en noviembre en Egipto para ayudarlos a hacer frente a los daños climáticos.
En su lugar, China estableció como compromiso consagrar a la biodiversidad a partir de 2023 parte del actual Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), cuyo funcionamiento actual es considerado muy deficiente por los países del Sur.
Con información de AFP y Reuters