El fuego, que se desató la tarde del jueves en Villanueva de Viver, en la provincia valenciana de Castellón, ha obligado a desalojar a 1,500 personas en ocho municipios de las regiones de Valencia y Aragón, informó la portavoz del gobierno valenciano, Aitana Mas.
"Seguimos pendientes y preocupados del incendio", que ya ha calcinado 3,000 hectáreas en un perímetro de 30 kilómetros, detalló Mas.
"Estamos enfrentándonos a un incendio más propio del verano", estimó en la radio pública RNE Manolo Nicolás, portavoz de los bomberos de Castellón.
Se han juntado "los ingredientes perfectos para tener un incendio de estas características", como son una vegetación reseca, debido a la inusual escasez de humedad en el ambiente en los últimos meses, y una "gran cantidad de combustible" vegetal en los bosques, dijo Nicolás.
La zona que más preocupa es la aledaña a Montanejos, una localidad turística que tenía los hoteles llenos y que tuvo que ser desalojada preventivamente, según indicó a RNE su alcalde, Miguel Sandalinas.
"Hoy vamos a irnos a los 30 grados", una temperatura de julio "en pleno marzo", lamentó Sandalinas, quien atribuyó las inusuales condiciones al "cambio climático".