"Es un tipo de municiones común, utilizado particularmente por su capacidad de perforación de blindaje", afirmó el miércoles John Kirby, portavoz del Consejo de seguridad nacional de la Casa Blanca, y añadió que esos obuses "no son radioactivos", y "no se acercan para nada" a la categoría de los armamentos nucleares.
El uso de tales armas no está prohibido por el derecho internacional.
¿Dónde han sido usadas?
Muchos ejércitos usan este tipo de municiones, incluido el estadounidense y el ruso.
Fueron empleadas en las dos guerras del Golfo de 1991 y 2003, así como en la ex-Yugoslavia en los años 1990.
El Pentágono también reconoció que usó obuses de uranio empobrecido en dos ocasiones en 2015 en operativos contra el grupo Estado islámico en Siria.
¿Cuáles son los riesgos sanitarios y medioambientales de su uso?
El uranio empobrecido es un "metal pesado, química y radiológicamente contaminante”, señala el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Los proyectiles perforantes, al golpear su objetivo, esparcen polvo y fragmentos de uranio. En materia de salud, "el principal riesgo que plantea el uranio empobrecido no es la radioactividad, sino el carácter tóxico químico”.
La ingestión o la inhalación de grandes cantidades puede afectar el funcionamiento de los riñones.
Las municiones de uranio empobrecido fueron citadas como unas de las causas posibles de problemas de salud de los excombatientes de la guerra del Golfo, o del número elevado de cánceres o malformaciones congenitales en la ciudad iraquí de Faluya, pero su papel no fue científicamente comprobado.