Pero al cierre de una campaña acerba, Erdogan, cuyo rostro estuvo omnipresente en las pantallas de televisión durante toda la campaña, reivindicó el domingo la victoria tras su duelo más reñido —en dos vueltas, una primicia— frente al socialdemócrata Kemal Kiliçdaroglu.
Erdogan obtuvo el 52% de los votos en las elecciones presidenciales más reñidas que ha enfrentado en los 20 años que lleva en el poder, gracias a su imagen de líder fuerte.
El presidente ha logrado su tercer mandato —hasta 2014 fue primer ministro— frente a Kiliçdaroglu, el líder socialdemócrata que había aglutinado tras él a buena parte de la oposición y de la sociedad turca, desde kurdos e izquierdistas a nacionalistas, en lo que parecía el intento definitivo de apartar a Erdogan del poder.
"¡Ganó el hombre del pueblo!", tituló este lunes el diario Sabah, uno de los más leídos del país.
Erdogan, al frente del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, islamoconservador), obtuvo el 52.2% de los votos frente al 47.8% de Kiliçdaroglu, indicó el recuento definitivo.
La participación en la segunda ronda fue del 85%, tres puntos menos que en la primera vuelta, que se celebró el 14 de mayo.
El papel geopolítico de Erdogan
Los mensajes de felicitación de dirigentes como los presidentes de Francia, Emmanuel Macron, de Estados Unidos, Joe Biden, de Rusia, Vladímir Putin, o del primer ministro británico, Rishi Sunak, demuestran, más allá de la habitual cortesía diplomática, la imagen de líder mundial que Erdogan se ha labrado.