El ingreso a corto plazo parece, no obstante, descartado.
Estados Unidos y Alemania insisten en una promesa imprecisa sobre la futura adhesión de Ucrania, sin determinar un calendario.
"No creo que esté lista para formar parte de la OTAN", afirmó el presidente estadounidense, Joe Biden, a la red CNN, añadiendo que tampoco había unanimidad entre los aliados sobre la integración de Ucrania "en medio de una guerra”.
"Estaríamos en guerra con Rusia si ese fuera el caso", advirtió.
"El proceso de adhesión a la OTAN toma su tiempo", agregó el funcionario.
El gobierno ruso consideró que el ingreso de Kiev en la alianza sería "muy negativo" para la seguridad en Europa.
Para contrarrestar esta posición y mostrar su apoyo, varios pesos pesados de la OTAN negocian posibles compromisos para suministrar armas a largo plazo a Kiev, máxime cuando las fuerzas ucranianas lanzaron en junio una contraofensiva para recuperar zonas ocupadas rusas, pero avanzan lentamente.
Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, en febrero de 2022, el país ha recibido decenas de miles de millones de dólares en equipamiento militar.
Estados Unidos prometió el viernes el envío de las polémicas bombas de racimo.
Estas armas, prohibidas en muchos países, matan indiscriminadamente al dispersar pequeñas cargas explosivas antes o después del impacto, y pueden causar numerosas víctimas civiles colaterales.