La magnitud de la destrucción causada por los incendios forestales de Maui, en Hawái, fue catastrófica. Las autoridades advirtieron de que el número de fallecidos, que aumentó a 80, probablemente aumentaría y los equipos de búsqueda con perros rastreaban las ruinas calcinadas de Lahaina en busca de más víctimas.
Según la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), el costo de la reconstrucción de la histórica ciudad turística se estimó en 5,500 millones de dólares, después de que las voraces llamas consumieran más de 1,000 edificios y arrasaran casi toda la ciudad.
Las autoridades se comprometieron a examinar los sistemas de notificación de emergencias del estado después de que algunos residentes se preguntaran si se podría haber hecho más para advertir a la gente antes de que el fuego alcanzara sus hogares. Algunos se vieron obligados a vadear el océano Pacífico para escapar.