Israel ha impuesto un "asedio total" a la Franja de Gaza mientras sigue bombardeando objetivos de Hamás, después de que los combatientes del grupo islamista lanzaran una mortífera ofensiva contra el territorio israelí el sábado.
"Hemos decidido cortar el suministro de agua, electricidad y combustible, y ahora su central eléctrica local ha colapsado y no hay electricidad en Gaza", declaró en un comunicado el ministro israelí de Energía, Israel Katz.
"Seguiremos reforzando el asedio hasta que la amenaza de Hamás sobre Israel y el mundo sea eliminada", agregó.
El ataque de los combatientes de Hamás dejó más de 1,200 muertos en suelo israelí.
El asedio anunciado el lunes impide la entrada de alimentos y combustible para los 2.3 millones de habitantes, una situación que según los palestinos es intolerable.
La Unión Europea y la ONU han rechazado el asedio, dejar a población civil sin agua ni alimentos viola las leyes internacionales.
“La imposición de asedios que ponen en peligro la vida de civiles al privarlos de bienes esenciales para su supervivencia está prohibida por el derecho internacional humanitario”, dijo el el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, el martes.
Türk señaló además que según las informaciones preliminares hubo víctimas civiles en los bombardeos israelíes contra Gaza.
Bombardeos se intensifican
En respuesta al ataque de Hamás, Israel emprendió bombardeos que dejaron al menos 1,055 muertos en la Franja de Gaza, territorio controlado por el movimiento islamista palestino.
Un corresponsal de la agencia AFP constató que los aviones de combate israelíes bombardearon la Universidad Islámica, vinculada al movimiento islamista.