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No solo la Franja de Gaza: esta es la situación en Cisjordania

La violencia ha crecido en este asentamiento, ocupado por Israel desde 1967, después de los ataques que Hamás perpetró contra el país hebreo a partir del 7 de octubre pasado.
mar 19 diciembre 2023 05:05 AM
Los niños palestinos caminan cerca de un coche dañado después de una incursión israelí, en Tulkarm, en la Cisjordania ocupada por Israel, el 17 de diciembre de 2023.
La violencia de los colonos contra los palestinos, que según la organización Human Rights Watch se ha redoblado desde el inicio de la guerra en Gaza, preocupa a los aliados occidentales de Israel.

Tras el estallido de la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza, la violencia se ha intensificado en Cisjordania, un territorio palestino ocupado por Israel desde 1967.

Más de 300 palestinos han muerto por disparos de tropas israelíes y ataques de colonos desde el 7 de octubre, según funcionarios palestinos.

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El creciente número de víctimas mortales de la violencia en Cisjordania, que ha incluido una oleada de ataques de colonos israelíes contra habitantes palestinos, ha puesto de relieve el temor a que el territorio arrebatado por Israel en una guerra de 1967 se descontrole a medida que avanza el bombardeo israelí contra el enclave palestino separado de Gaza.

El derramamiento de sangre se había agravado en Cisjordania incluso antes de que estallara la guerra en Gaza, gobernada por Hamás.

Los palestinos quieren que Cisjordania sea el núcleo de un Estado independiente. En los últimos años, Israel ha ampliado enormemente los asentamientos judíos allí, que la mayoría de los países consideran ilegales. Israel lo niega y aduce vínculos históricos y bíblicos con la tierra.

La guerra en Gaza fue desencadenada por el sangriento ataque de Hamás el 7 de octubre, cuando el movimiento islamista mató a 1,139 personas en Israel, en su mayoría civiles, y secuestró a cerca de otras 250, según las autoridades.

El ministerio de Salud de Hamás, que gobierna el territorio palestino, afirma que más de 18,800 personas, en su mayoría mujeres y menores de 18 años, han muerto por la ofensiva de Israel en respuesta.

La violencia de los colonos contra los palestinos, que según la organización Human Rights Watch se ha redoblado desde el ataque de Hamás y el inicio de la guerra en Gaza, preocupa a los aliados occidentales de Israel.

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Estados Unidos anunció el martes 5 de diciembre sanciones contra "decenas" de colonos involucrados.

“El Departamento de Estado está implementando una nueva política de restricción de visas contra personas sospechosas de ayudar a socavar la paz, la seguridad o la estabilidad en Cisjordania, incluso cometiendo actos de violencia" contra los palestinos, anunció el secretario de Estado, Antony Blinken, en un comunicado.

"Hemos subrayado al gobierno israelí la necesidad de hacer más para responsabilizar a los colonos extremistas que han cometido ataques violentos contra palestinos en Cisjordania", señaló Blinken. "Como ha dicho repetidamente el presidente (estadounidense Joe) Biden, esos ataques son inaceptables”.

"La inestabilidad en Cisjordania daña a los pueblos israelí y palestino y amenaza los intereses de seguridad nacional de Israel. Los responsables de ello deben rendir cuentas", justificó el secretario.

¿Qué piensan los israelíes?

Moshe Goldsmith, un colono israelí en Cisjordania ocupada, mantiene su apoyo firme al gobierno conservador de Benjamin Netanyahu, blanco de críticas por no haber evitado el sangriento ataque lanzado el 7 de octubre por Hamás desde la Franja de Gaza.

"Soy un religioso sionista ortodoxo", subraya en declaraciones a AFP el exalcalde de Itamar, una colonia de unos 1,500 habitantes, cerca de la ciudad palestina de Naplusa, en el norte de Cisjordania.

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"Lo que me importa por encima de todo es tener a alguien en el poder que defienda nuestros derechos", afirma Goldsmith, un sexagenario de barba blanca, que porta una kipá.

Goldsmith considera que el ataque de los milicianos islamistas, que según el balance israelí mataron a 1,200 personas y secuestraron a unas 240, no es atribuible a un fracaso del gobierno.

El origen del problema, asegura, remonta a la "terrible tragedia" de 2005, cuando Israel se retiró unilateralmente de ese territorio palestino, donde vivían unos 8,000 colonos israelíes.

"Parte del problema era que ya no estábamos presentes ahí", dice Moshe Goldsmith, padre de cinco hijos y abuelo de 10 nietos.

"Si no estás en el lugar, no sabes lo que está pasando" y esa es la razón, sostiene, de los errores de la inteligencia israelí para prever el ataque del 7 de octubre.

Según él, la mejor manera de proteger a Israel es continuar la construcción de colonias en Cisjordania, ocupada desde 1967, donde viven 490,000 colonos en medio de una población palestina de unos 3 millones de habitantes.

En Itamar, que se acaba de ampliar con la aprobación del gobierno, los proyectos de construcción continúan pese a que, como todas las colonias, es ilegal, según el derecho internacional.

Itamar, fundada hace 40 años, ha sido escenario de ataques palestinos que mataron a 16 personas a lo largo de las décadas, según datos oficiales israelíes.

Pese a ello, parece un lugar tranquilo y tiene un parque con juegos, una sinagoga, una sala polivalente y ahora una planta de alta tecnología que permite diversificar las ofertas de trabajo.

En Elon Moreh, a pocos kilómetros de distancia, el rabino Nissim Atyias, de 76 años, lleva 41 en esta colonia de unos 2,000 habitantes y denuncia a las "personas que llevan a cabo acciones contra los árabes, no siempre en defensa propia".

Asegura que volvería a votar por el "liderazgo actual" en Israel, una coalición de partidos ultraortodoxos y de extrema derecha, aunque admite que tiene "preguntas" sobre las responsabilidades del Estado.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, formó una coalición con partidos de extrema derecha que apoyan firmemente e incentivan los asentamientos judíos en tierras ocupadas cuya construcción que se considera ilegal según resoluciones de Naciones Unidas y el derecho internacional.

En la sala de estar de Nissim Atyias se oye la llamada a la oración musulmana en la cercana Naplusa, una de las ciudades palestinas más pobladas.

También hay decenas de retratos de sus descendientes que, según él, tienen la "misión divina" de "habitar este país que Dios nos ha dado”.

Rachel, su esposa, nacida en Argelia en 1945, dice que los nacimientos, en la familia, son como palomitas de maíz porque "brotan por todas partes. Sus seis hijos viven en "asentamientos", como los colonos prefieren llamarlos.

Con información de AFP y Reuters

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