El Consejero de Seguridad Nacional estadounidense, Jake Sullivan, viajará el jueves a Israel para reunirse con el primer ministro Benjamin Netanyahu.
Pérdidas "incomparables"
De acuerdo con las Naciones Unidas, 1.9 millones de los 2.4 millones de sus habitantes han sido desplazados por el conflicto.
En Deir al Balah, las fuertes lluvias inundaron un campo de refugiados. "El agua se filtró en nuestras tiendas de campaña. No podíamos dormir. (...) Utilizamos piedras y arena" para bloquear el agua, contó a AFP Amine Edwan.
Las organizaciones humanitarias alertan de que, en breve, el asediado territorio estará desbordado por las enfermedades y la hambruna.
El sistema de salud está colapsado y en ruinas, y el gobierno de Hamás aseguró el miércoles que sus suministros de vacunas infantiles se agotaron, advirtiendo de las "consecuencias catastróficas".
A la población de Gaza "se le acaban el tiempo y las opciones", declaró Philippe Lazzarini, jefe de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA).
El Banco Mundial advirtió que "la pérdida de vidas, la velocidad y el alcance de los daños (...) son incomparables".
Hamás afirmó el miércoles que las tropas israelíes "reforzaron el asedio del hospital Kamal Adwan, disparando contra las habitaciones de los pacientes".
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) había indicado anteriormente que unas 3,000 personas estaban atrapadas dentro.