Es parte de un cambio cultural que está borrando los rastros de la influencia rusa mientras Ucrania se defiende de la invasión de Moscú lanzada hace casi dos años.
Lesia, Oleksandr y dos de sus hijos solían celebrar la Navidad dos veces: primero con los padres de Lesia, en diciembre, y luego con los de Oleksandr, en enero.
"Por fin hay un día en Ucrania que mi marido y yo podemos pasar juntos en la catedral y dar gracias a Dios por estar juntos, vivos y con buena salud", declaró Lesia a Reuters el domingo, mientras ambos asistían al oficio matutino en la catedral católica de San Alejandro de Kiev.
Lesia y Oleksandr coincidieron en que distanciar al país de las tradiciones religiosas y culturales rusas contribuirá a fortalecer aún más a Ucrania.
"Todo lo relacionado con la Unión Soviética —la hoz y el martillo, las estrellas, los ídolos y los monumentos a personas como Lenin— está siendo destruido. Y ahora, el 25 de diciembre, comenzará el renacimiento del país, con nuevas fiestas", comentó Oleksandr.
El ataque de Moscú en febrero de 2022 llevó a muchos ucranianos a rechazar la lengua y la cultura rusas y otros lazos históricos con el antiguo gobernante de Kiev.