"La respuesta de Israel al ataque del 7 de octubre cruzó esta línea y da lugar a violaciones de la convención", añadió.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, rechazó esas acusaciones y afirmó que la lucha contra el "genocidio" es la que libra el Estado hebreo contra Hamás.
La guerra entre Israel y Hamás estalló tras el ataque del 7 de octubre del movimiento islamista palestino en suelo israelí, que dejó unos 1,140 muertos, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP a partir de datos oficiales israelíes. Entre los muertos hay más de 300 militares.
Como respuesta, Israel prometió "aniquilar" a Hamás y bombardea sin cesar este enclave palestino, bajo un férreo asedio.
Al menos 23.469 personas, sobre todo mujeres y menores de edad, han muerto en esa ofensiva, según el balance del Ministerio de Salud del movimiento islamista palestino, que gobierna Gaza desde 2007.
Sudáfrica argumenta que Israel incumple sus obligaciones en el marco de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio.
Este tratado de 1948 fue creado tras el Holocausto, en el que los nazis y sus colaboradores exterminaron a seis millones de judíos europeos.
Sudáfrica, "brazo jurídico" de Hamás
La campaña de bombardeos israelíes busca "destruir la vida de los palestinos" y los empuja "al borde de la hambruna", afirmó Adila Hassim, abogada de Sudáfrica.
"Los genocidios nunca se declaran con antelación pero este tribunal cuenta con las últimas 13 semanas de pruebas que muestran de forma irrefutable un modelo de comportamiento y de intención que justifica una acusación verosímil de actos genocidas", declaró.