Cheatle rechazó estos pedidos, defendió su liderazgo y afirmó que ella era la elección para guiar a la agencia a través de esta crisis.
La directora de la agencia evitó responder preguntas refiriéndose a una investigación del FBI sobre el atentado, por lo que los legisladores expresaron su frustración por las respuestas evasivas.
"Puedo hablarles en términos generales", dijo Cheatle.
Antes del tiroteo, el Servicio Secreto fue alertado "de dos a cinco veces" de un "individuo sospechoso" en el mitin, pero no fue inmediatamente clasificado como una "amenaza".
"Hubo equipos que fueron enviados para identificar e interrogar a ese individuo", afirmó, pero no lograron localizarlo antes de que abrió fuego.
Cheatle aseguró a los congresistas que se estaban implementando cambios para prevenir incidentes, aunque ningún agente había actuado aún.
El exmédico de Trump dijo el fin de semana que la herida de dos centímetros en la oreja derecha del exmantatario, causada por el disparo, comenzó a sanar.
Ronny Jackson, exmédico de la Casa Blanca y ahora un congresista de extrema derecha de Texas, hizo el primer relato detallado de la herida de Trump, de 78 años.
La bala estuvo a pocos milímetros de "entrar en su cabeza e impactó en la parte superior de su oreja derecha", escribió Jackson, explicando que visitó a Trump en New Jersey la noche del mitin y que lo ha estado tratando desde entonces.
Cheatle se desempeñó como agente del Servicio Secreto por 27 años antes de salir del cargo en 2021 para asumir como jefa de seguridad de PepsiCo en Norteamérica. En 2022 fue nombrada por Biden como directora de la agencia.
Con información de Luke Abbaszadeh y AFP