La caída de Fujimori
En 1997 a Fujimori lo llamaron "héroe" tras el rescate de 71 rehenes secuestrados durante 126 días por rebeldes del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) en la residencia del embajador de Japón en Lima.
Imágenes de televisión mostraron a Fujimori recorriendo los pasillos de la embajada entre los cuerpos de los 14 guerrilleros muertos, en actitud triunfal por la operación de rescate que incluyó un túnel debajo de la residencia diplomática. En la intervención militar murieron además dos comandos y un rehén.
Los escándalos de corrupción, incluyendo acusaciones de que sus asesores pagaban a medios de comunicación para apoyar su gestión, aparecieron y la opinión pública se volvió contra él.
La buena estrella se le acabó en 2000 tras la difusión de un video en el que se ve a Montesinos entregando dinero a un legislador a cambio de apoyo para el Gobierno.
Al video se sumaron cientos de otras cintas con políticos, empresarios, militares, jueces y dueños de medios de comunicación recibiendo fajos de dinero en efectivo, que destaparon una red de corrupción montada por Montesinos, quien fue capturado en el 2001 y condenado a 25 años de prisión.
Tras la revelación, Fujimori, quien se encontraba en una gira por Asia, renunció a su mandato por fax y se autoexilió en Japón, donde habían nacido sus padres.
En Tokio utilizó su doble nacionalidad para evitar a la justicia peruana y hasta postuló sin éxito al Senado japonés.
En el 2005 viajó sorpresivamente a Chile y dos años después, tras vivir en un barrio residencial, fue extraditado a Perú luego de un fallo de la justicia chilena.
Fujimori fue condenado por haber sido autor mediato de la matanza de 25 personas en los casos Barrios Altos en 1991 y la Universidad La Cantuta en 1992, ocurridos mientras su Gobierno luchaba contra la guerrilla izquierdista de Sendero Luminoso.
Las víctimas, entre ellas un niño, fueron acribilladas por un escuadrón militar que actuaba clandestinamente, pero cuya operación Fujimori conocía y alentaba, según la sentencia.
"Soy inocente", clamó a gritos Fujmori en una airada defensa en el primer día de juicio tras ser extraditado desde Chile.
El expresidente tenía otras condenas menores por otros cargos, el último de ellos por el desvío de fondos públicos para financiar a medios y favorecer su segunda reelección en el año 2000.