Este resultado muestra un nuevo avance de la extrema derecha alemana, que logró dos cifras récord en otros comicios regionales el 1 de septiembre, en Turingia, donde ganó AfD, y en Sajonia, donde llegó justo detrás de los conservadores.
Para el SPD se trata de un éxito inesperado tras haber retrocedido en cada elección desde hace meses y cuando en el plano nacional registra, al igual que Olaf Scholz, récords de impopularidad.
Esta victoria se debe menos a Scholz y mucho más al jefe del gobierno regional de Brandeburgo, Dietmar Woidke.
En el poder en la región desde 2013, este socialdemócrata sigue siendo muy popular y transformó la votación en un plebiscito sobre su personalidad y en una elección a favor o en contra de la extrema derecha. Había advertido que se retiraría si no ganaba los comicios.
Su apuesta parece haber resultado exitosa. El SPD, según cálculos de las cadenas de televisión, avanza claramente con relación a la anterior elección de 2019, cuando alcanzó 26.2% de los votos. AfD ganaría también cerca de 7 puntos con relación a ese año.
De acuerdo con las primeras estimaciones, los socialdemócratas parecen bien situados para seguir gobernando Brandeburgo en el marco de una coalición con los conservadores (12%) y los ecologistas (5%).