Publicidad
Publicidad

Elecciones en Alemania: ¿qué significa una victoria regional de la ultraderecha?

El partido Alternativa para Alemania obtiene buenos resultados en regiones del este de Alemania, que han sufrido un desarrollo económico más lento que el resto del país europeo.
mar 03 septiembre 2024 05:11 AM
Los manifestantes muestran una pancarta que dice "prohíbe AfD ahora" y "Mario Voigt dice no a AfD" durante una manifestación frente al Parlamento Estatal de Turingia en Erfurt, al este de Alemania, el 1 de septiembre de 2024, durante el día de las elecciones regionales de Turingia.
La AfD aún provoca el rechazo de gran parte de la población en Alemania.

La extrema derecha en Alemania dio la campanada en las elecciones regionales celebradas este domingo. El partido Alternativa por Alemania (AfD) ganó las elecciones en Turingia, una región del este de Alemania. Se trató de la primera victoria electoral de la ultraderecha desde la posguerra.

Aunque no podrá gobernar sin una coalición, esto significa el principal logro de AfD en su historia.

Publicidad

La histórica victoria de Alternativa para Alemania

El partido alemán de extrema derecha AfD ganó el domingo las elecciones regionales en Turingia y pisa los talones a los conservadores en Sajonia, unos resultados sin precedentes desde la posguerra y un duro golpe para el canciller Olaf Scholz.

Estos comicios se celebraron en un ambiente especialmente tenso, más de una semana después del triple asesinato con cuchillo imputado a un sirio en Solingen, un ataque que conmocionó a Alemania y avivó el debate sobre la inmigración.

En Turingia, un estado del este de Alemania donde el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) logró una amplia victoria con cerca del 33.1% de los votos, por delante de los conservadores de la CDU (24.3%), según las primeras encuestas al cierre de los colegios electorales.

"Estamos listo para asumir las responsabilidades de gobierno", afirmó a la televisión pública el dirigente de la AfD en Turingia Björn Höcke, una de sus figuras más radicales.

La victoria de AfD en Turingia es algo inédito en el país desde la posguerra, aunque es poco probable que dirija la región, ya que las demás formaciones rechazan cualquier coalición con esta formación.

La AfD recibió un "mandato claro para gobernar", declaró uno de sus líderes a nivel nacional, Tino Chrupalla, que afirmó que la formación está dispuesta a "hablar con todos los partidos”.

Publicidad

La AfD, euroescéptica cuando se creó en 2013, se radicalizó tras la gran crisis migratoria de 2015, la pandemia de covid-19 y después, la guerra rusa en Ucrania, que debilitó la primera economía europea.

Esta victoria de la AfD en el este de Alemania obedece a varios factores, como los desafíos de la economía, la marginación y el envejecimiento de la población de las regiones donde obtuvo mejores resultados.

"Desde la reunificación en 1990, el este de Alemania ha enfrentado muchos más desafíos económicos y sociales que el oeste”, indica José Joel Peña, profesor de Relaciones Internacionales en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El académico señala que el este de Alemania, donde se ubicó la República Democrática Alemana, de gobierno socialista, durante la Guerra Fría, ha sufrido mayores tasas de desempleo y un mayor índice de pobreza que el oeste.

“El este de Alemania llegó un poco tarde al capitalismo o bastantes décadas tarde (…) y pues les ha tardado más tiempo en incorporarse de manera plena al sistema capitalista que en su momento empezó a tener su mayor auge”, dice Peña.

Otro factor que puede explicar el avance de AfD en el este de Alemania es la migración de parte de la población joven de estas regiones al más prospero oeste alemán. La población más envejecida del este alemán suele tener ideas más conservadores y añorar tiempos mejores, con una mayor mano dura, ideas que la ultraderecha ha sabido explotar.

¿Podría ganar la extrema derecha en 2025?

De acuerdo con las encuestas, AfD se coloca como el segundo partido con mayores preferencias de cara a las elecciones legislativas de 2025, pero enfrenta varios obstáculos para encabezar un gobierno en Alemania o siquiera formar parte de uno

Publicidad

“El principal problema es que hay un rechazo generalizado por parte de los partidos principales, como la Unión Demócrata Cristiana de Alemania —el partido de la excanciller Angela Merkel— y el Partido Social Demócrata de Alemania —la agrupación del actual jefe de gobierno alemán Olaf Sholz—. Es decir, estos partidos han sido muy claros en que no están dispuestos a formar coaliciones con Alternativa para Alemania”, explica Peña.

A esto, debe sumarse la aparición del partido BSW, fundado por la destacada figura de la izquierda germana Sahra Wagenknecht, que comparte algunas de las banderas más importantes de AfD, como su rechazo a la inmigración y una oposición a entregar más apoyo militar a Ucrania para su guerra contra Rusia.

El BSW obtuvo muy buenos resultados en Sajonia y Turingia, pues logró un avance espectacular con más del 10% de los votos en ambas regiones, por lo que podría ser clave en las negociaciones.

“Su presencia contribuye a la fragmentación del voto, haciendo más difícil a Alternativa para Alemania, pues formar una coalición sólida, porque hay muchas personas de esas regiones que deciden votar o por la extrema derecha o por la extrema izquierda, sobre todo porque coinciden en algunos puntos que para la población son, digamos, importantes”, señaló

Por otra parte, a pesar de ser muy popular en el este de Alemania, AfD aún es un tabú para votantes de otras regiones, que temen a sus discursos extremistas.

El avance de la ultraderecha en Europa

En los últimos años, la ultraderecha ha mostrado su músculo en Europa. Gobierna varios países del continente, como Hungría e Italia. Además de que ha tenido un crecimiento importante en varios otros países, incluidos Francia y Alemania, las principales economías de la Unión Europea.

La elección del Parlamento Europeo, celebrada entre el 6 y el 9 de junio de este año, provocó un terremoto político en el bloque, ya que la extrema derecha obtuvo unos resultados históricos, principalmente impulsados por las votaciones en países como Alemania y Francia.

En Francia, RN obtuvo más del 30% de los votos y relegó al partido del presidente Macron a tan solo el 15%. Esto orilló al mandatario francés a llamar a elecciones legislativas anticipadas, un movimiento arriesgado con el que pensaba recuperar parte del terreno perdido.

Agrupamiento Nacional (RN), el partido heredero del Frente Nacional, ganó el tercer lugar en las elecciones legislativas francesas, pero alcanzó su mejor posición en la Asamblea Nacional de Francia.

Para el canciller alemán, Olaf Scholz, el panorama fue igualmente sombrío en las elecciones al Parlamento Europeo, ya que su partido quedó relegado al tercer lugar, empujado por el partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).

“Aunque también hay que reconocer que en algunos países como Suecia, Finlandia, Dinamarca y la propia Hungría, los partidos de extrema derecha perdieron popularidad”, dijo Peña en una entrevista posterior a las elecciones europeas.

La extrema derecha en el Parlamento Europeo, sin embargo, está dividida en por lo menos tres bloques: Patriotas por Europa —con la francesa Marine Le Pen y el primer ministro húngaro Viktor Orbán como rostros más visibles—, Conservadores y Reformistas e Identidad y Democracia.

Tags

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad