Biden dijo también haber ordenado al secretario de Defensa que "mejorara aún más la postura de defensa de las fuerzas militares estadounidenses en la región de Oriente Medio para disuadir una agresión y reducir el riesgo de una guerra regional más amplia".
La declaración del presidente se produce en momentos en que el Departamento de Estado ordenara a los familiares de sus diplomáticos en Beirut evacuar la capital libanesa y autorizara la salida de parte del personal "debido a la volátil e impredecible situación de seguridad" en esa ciudad.
De su lado, Kamala Harris, vicepresidenta y candidata demócrata a la Casa Blanca, calificó a Narsalá de "terrorista con sangre estadounidense en sus manos".
"Hoy las víctimas del Hezbolá tuvieron una medida de justicia" y "siempre apoyaré el derecho de Israel a defenderse", agregó.
La cancillería también instó a los ciudadanos estadounidenses a irse del país "mientras las opciones comerciales aún estén disponibles".
Fuentes militares de Israel anunciaron el sábado por la mañana que Nasralá, quien encabezó al movimiento armado Hezbolá durante más de tres décadas, murió en un bombardeo dirigido a la sede del grupo en los suburbios del sur de Beirut el viernes por la noche. Hezbolá confirmó oficialmente la muerte horas después.