Tras la visita a la Amazonía, volará a Rio de Janeiro (sureste) para asistir a la cumbre del G20 el lunes y el martes, donde el regreso de Trump al poder y la conferencia de Bakú marcarán la agenda.
El estadounidense también tiene previsto almorzar con su homólogo brasileño, el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, que se comprometió a poner fin a la deforestación ilegal de la Amazonía para 2030.
En la 'Ciudad Maravillosa', también se cruzará con uno de los aliados del republicano en la región: el presidente de Argentina, el ultraliberal Javier Milei, escéptico como Trump del cambio climático y del multilateralismo.
Expertos advirtieron de que una segunda presidencia de Trump frenaría la transición a la energía verde que Biden ha impulsado, aplastando las esperanzas de alcanzar objetivos climáticos cruciales en los próximos años.
Durante su campaña, Trump prometió "perforar, perforar, perforar" y aumentar la extracción de combustibles fósiles. Incluso se burló del cambio climático.
Una retirada diplomática de Estados Unidos de los acuerdos climáticos podría socavar gravemente la acción a nivel mundial para reducir la dependencia de los combustibles fósiles, lo que daría a otros grandes contaminadores como China e India una excusa conveniente para restringir sus propios planes.