La izquierda apoya a Maduro, pero con matices
Los gobiernos de Nicaragua y Cuba, encabezados por los presidentes Daniel Ortega y Miguel Díaz Canel, fueron los primeros en reconocer el triunfo de Nicolás Maduro como presidente electo de Venezuela.
Brasil, México y Colombia intentaron conciliar la crisis poselectoral y exigieron a las autoridades venezolanas que transparentaran las actas y que estas fueran verificadas de manera independiente, algo que no pasó, ya que los órganos electorales afines al chavismo certificaron la victoria de Maduro sin presentar jamás sus pruebas.
Los reclamos de estos países se apagaron en los meses posteriores a las elecciones y, en diciembre, los gobiernos de Claudia Sheinbaum, en México, y de Gustavo Petro, en Colombia, anunciaron que enviarían a representantes a la toma de posesión de Maduro el 10 de enero, lo que representa un reconocimiento tácito a su victoria.
“En el caso de Venezuela, irá un representante a la toma de protesta, pero no vemos por qué no deba ser así, le corresponde a las y los venezolanos, no a México, definir”, dijo la presidenta mexicana en su conferencia de prensa del lunes.
Petro, sin embargo, adoptó este miércoles un tomo mucho más crítico con Maduro, después de la detención del excandidato presidencal Enrique Márquez y del defensor de los derechos humanos, Carlos Correa, el presidente colombiano aseguró que esta acción le impedía asistir a la toma de posesión de Maduro.
"Las elecciones pasadas en Venezuela no fueron libres. No hay elecciones libres bajo bloqueos", escribió el mandatario en su cuenta de X esta mañana y aseguró que no romperá relaciones diplomáticas de Venezuela ni intenvendrá en los asuntos internos de su país vecino.
El líder colombiano dijo que no puede aceptar el resultados de las elecciones y que espera que estas se repitan a la brevedad, una propuesta que tanto la oposición como el chavismo ya han rechazado.
Mucho antes que Petro, el presidente de Chile, Gabriel Boric, ha sido un gran crítico de las elecciones en Venezuela y ha rechazado las decisiones de las autoridades electorales venezolanas, que se encuentran bajo el control del chavismo.
“Chile no reconoce este falso triunfo autoproclamado de Maduro y compañía (...) Hoy el TSJ de Venezuela termina de consolidar el fraude y el régimen de Maduro obviamente acoge con entusiasmo su sentencia que estará signada por la infamia”, escribió Boric en X (antes Twitter) el 2 de agosto, el día que el Tribunal Superior de Justicia, un órgano afín al chavismo, avaló el triunfo de Maduro.
Al igual que con otros países, Venezuela rompió relaciones con Chile tras la declaraciones de Boric.
Sin embargo, Boric no ha reconocido a González como presidente electo de Venezuela, aunque la Cámara de Diputados chilena le ha solicitado hacerlo y ha brindado su apoyo a los opositores venezolanos.
Con información de Reuters