El presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, ha decidido este martes retirar a Cuba de la lista de países que patrocinan el terrorismo, un acto clave para fomentar la liberación de un número "significativo" de presos políticos, como lo informó un alto cargo estadounidense.
Biden retira a Cuba de lista de terrorismo y busca liberar presos
Un gesto de buena voluntad para liberar presos políticos
"Se ha completado una evaluación, y no tenemos información que respalde la designación de Cuba como patrocinador estatal del terrorismo", afirmó el funcionario, que pidió el anonimato durante una rueda de prensa telemática.
El presidente estadounidense considera que esta medida es "un gesto de buena voluntad con el fin de facilitar la liberación de las personas injustamente detenidas" en Cuba, un país que ha vivido intensos movimientos sociales y represiones políticas en los últimos años. Biden, además, hará un pedido oficial en este sentido al Congreso.
Washington ha afirmado haberse coordinado con "una serie de actores, incluida la iglesia católica", buscando crear "un entorno" favorable para la liberación de los defensores de los derechos humanos, incluidas aquellas personas "detenidas durante las protestas de julio de 2021", cuando manifestantes salieron a las calles en un levantamiento contra el gobierno cubano.
El alto cargo también explicó que se espera que el número de personas liberadas sea significativo, aunque no dio detalles específicos.
Medidas unilaterales para suavizar las sanciones
El funcionario aseguró que la liberación tendría lugar en un plazo relativamente corto, con algunos presos liberados "antes de que termine la administración de Biden el 20 de enero".
Esta decisión, que se da en la recta final del mandato de Biden, podría ser revertida por el gobierno republicano de Donald Trump, quien asumirá el cargo el lunes 22 de enero. Aunque hubo preguntas sobre si los demócratas se habían coordinado con la administración entrante, el alto funcionario afirmó que las administraciones habían estado "en comunicación regularmente sobre una variedad de temas, y este es uno de los asuntos tratados".
Este giro en la política estadounidense hacia Cuba marca un contraste con la postura adoptada por el gobierno de Trump, que, en su primer mandato (2017-2021), había reforzado las sanciones y reincorporado a la isla en la lista negra de países patrocinadores del terrorismo. Esta medida, en su momento, dificultó las transacciones comerciales e inversiones internacionales en Cuba, debido a las sanciones que las empresas se exponen al realizar negocios con la isla.
El presidente Biden, al asumir en 2021, había prometido revisar la política hacia Cuba. Sin embargo, el cambio de postura se complicó tras las manifestaciones en Cuba en julio de 2021, que resultaron en un muerto, decenas de heridos y cientos de manifestantes encarcelados.
A pesar de este contexto, Biden ha optado por tomar otras medidas unilaterales que abren una puerta hacia el acercamiento entre ambos países.
Una de estas medidas es la suspensión de la capacidad de los estadounidenses "para presentar reclamaciones en los tribunales de su país con respecto a propiedades cubanas potencialmente expropiadas".
Para ello, Biden emitirá una exención al título 3 de la ley Helms-Burton, que permitía a los ciudadanos estadounidenses demandar por propiedades expropiadas por el gobierno cubano desde 1959, una legislación que fue activada por Trump.
El presidente también rescindirá un memorando de junio de 2017 que prohibía ciertas transacciones financieras con entidades cubanas, en un intento por reducir la influencia de los servicios de seguridad e inteligencia cubanos sobre la economía de la isla, mientras se buscaba promover el bienestar de la población y las empresas privadas cubanas.
Con información de AFP