El gabinete de seguridad de Israel dio luz verde este viernes al acuerdo de tregua con Hamás en la Franja de Gaza.
Este pacto, que entrará en vigor el próximo domingo, contempla un canje de rehenes israelíes por prisioneros palestinos y la instauración de un alto el fuego que busca poner fin a 15 meses de conflicto.
Aunque el acuerdo fue anunciado por Catar y Estados Unidos el miércoles , los bombardeos israelíes sobre Gaza continuaron, dejando más de un centenar de muertos en las últimas horas, según equipos de rescate locales.
El consejo de ministros israelí deberá dar su aprobación final este mismo viernes. "El acuerdo sostiene los objetivos de la guerra, considerando aspectos políticos, de seguridad y humanitarios", indicó la oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu en un comunicado.
En una primera etapa, que se extenderá por seis semanas, Hamás liberará a 33 rehenes, incluyendo mujeres y niños, mientras Israel excarcelará a cientos de prisioneros palestinos. Las primeras liberaciones comenzarán el domingo, y las familias de los cautivos ya han sido notificadas.
De acuerdo con fuentes cercanas a Hamás, el primer grupo incluirá a tres mujeres israelíes. Entre los nombres destacados en la lista inicial se encuentran dos franco-israelíes, Ofer Kalderon y Ohad Yahalomi, secuestrados en el kibutz Nir Oz durante el ataque de octubre de 2023.
"Es una mezcla de alivio y angustia. Queremos creer que se cumplirá lo prometido", expresó Ifat Kalderon, prima de uno de los rehenes.
El acuerdo, estructurado en tres fases, busca en su primera etapa implementar el cese de hostilidades y liberar a las personas retenidas. La segunda fase contempla la liberación del resto de los rehenes, mientras que la tercera se enfocará en la reconstrucción del territorio palestino y en la devolución de cadáveres.
La guerra ha devastado la Franja de Gaza, donde más de 46,000 personas han perdido la vida, en su mayoría civiles, según cifras del Ministerio de Salud de Hamás respaldadas por la ONU.
En Israel, la escalada de violencia se originó tras el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, que dejó 1,210 muertos, principalmente civiles, y resultó en el secuestro de 251 personas.
Nasr al Gharabli, desplazado de Ciudad de Gaza, expresó su esperanza de regresar a su hogar este domingo: "Voy a besar mi tierra. Lamento haberla dejado. Morir en mi tierra habría sido mejor que esta vida como desplazado".
El nivel de destrucción en Gaza ha sido calificado como "sin precedentes" por la ONU.
La infraestructura básica, incluyendo hospitales, escuelas y viviendas, ha quedado reducida a escombros, y millones de personas enfrentan una crisis humanitaria agravada por la falta de acceso a agua, alimentos y atención médica.
El acuerdo, aunque supone un avance significativo, no aborda el futuro político de la Franja de Gaza. Israel rechaza que Hamás o la Autoridad Palestina, debilitada por años de tensiones, asuman la administración del territorio. Por su parte, los palestinos insisten en evitar cualquier tipo de intervención extranjera.
Además, el pacto se anuncia en un contexto político internacional complejo, con el regreso inminente de Donald Trump a la Casa Blanca.
Trump aseguró que la presión ejercida por su equipo fue clave para alcanzar este acuerdo, un elemento que podría influir en la dinámica de la región.
Catar, con el respaldo de Estados Unidos y la mediación de otros actores, como Egipto, ha jugado un rol crucial en las negociaciones. Sin embargo, los desafíos humanitarios y políticos exigen un compromiso sostenido.
La ONU ha catalogado la destrucción en Gaza como "sin precedentes", y se enfrenta ahora la titánica tarea de facilitar la reconstrucción del territorio y garantizar la seguridad de los civiles. Entre las prioridades inmediatas están la entrega de ayuda humanitaria y la apertura de corredores seguros para los desplazados que desean regresar a sus hogares.
Igualmente, el brigadier Yahya Saree Qasim, portavoz de los huthis de Yemen, habló durante una concentración en denuncia de Israel y en solidaridad con los palestinos en Saná, capital controlada por los huthis, este viernes.
Los rebeldes huthis de Yemen, apoyados por Irán, amenazaron el 16 de enero con mantener sus ataques si Israel no respetaba el alto el fuego anunciado recientemente en su guerra contra Hamás.
Además, la comunidad internacional deberá supervisar el cumplimiento del alto el fuego y trabajar para evitar que las tensiones resurjan. Esto incluye abordar temas clave como el acceso a recursos, la reconstrucción económica y la creación de un marco político que permita una convivencia pacífica a largo plazo.
La situación sigue siendo tensa, pero los esfuerzos diplomáticos han dado un respiro a una región marcada por el sufrimiento y la incertidumbre.
Las próximas semanas serán cruciales para determinar si este acuerdo puede ser el inicio de un cambio real o si se convertirá en un paréntesis temporal en una historia de conflicto prolongado.
Con información de AFP.
