A su llegada a la cárcel, fueron arrodillados mientras decían sus nombres a los agentes penitenciarios, quienes les raparon sus cabezas. El video mostró también como fueron ingresados a sus celdas vestidos con pantalón corto, camiseta y calcetines blancos.
"Estados Unidos pagará una tarifa muy baja por ellos, pero una tarifa alta por nosotros", agregó Bukele.
El Cecot es la prisión de máxima seguridad que el gobierno de Bukele levantó para encerrar a detenidos en el marco de su "guerra" en contra de las pandillas, lanzada hace casi tres años.
Considerada la prisión más grande de América Latina, fue inaugurada el 31 de enero de 2023. Esta diseñada para 40,000 presos, pero hasta ahora estaban recluidos unos 15,000 miembros de la MS-13 y la pandilla Barrio 18.
Grupos de derechos humanos cuestionan la ofensiva antipandillas de Bukele porque los arrestos se realizan sin orden judicial y aseguran que miles de inocentes han sido detenidos. La organización Socorro Jurídico Humanitario había calificado en febrero de "intolerable" que El Salvador acogiera presos enviados por Estados Unidos.
Líderes de la MS-13
Rubio informó este domingo que además de los presos del Tren de Aragua, Estados Unidos envió de vuelta a El Salvador a 23 miembros de MS-13 para que enfrenten a la justicia.
"Hemos enviado a dos peligrosos líderes de la MS-13, además de 21 de sus miembros más buscados, de regreso a El Salvador para que comparezcan ante la justicia", escribió el jefe de la diplomacia estadounidense en la red X.
Rubio dijo que fueron enviados "más de 250 extranjeros enemigos del Tren de Aragua, a quienes El Salvador se comprometió a mantener en sus excelentes cárceles a un precio justo". Esa cifra difiere de la anunciada por Bukele.
El Tren de Aragua se conformó en 2014 en la cárcel venezolana de Tocorón, en el estado de Aragua (centro-norte). Está vinculado a asesinatos, secuestros, robos, venta de drogas, prostitución, extorsión y trata de personas.
Sus actividades se expandieron a varios países del continente, entre ellos Estados Unidos, y en Sudamérica a Colombia, Chile y Perú, según diversos informes de inteligencia.
Tres países centroamericanos —Guatemala, Panamá y Costa Rica— han aceptado servir de "puente" para migrantes deportados por Washington, pero El Salvador es el único que acepta presos.