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EU sanciona a Irán en medio de preparativos para un posible acuerdo nuclear

Washington impuso medidas contra entidades iraníes mientras ambas partes se alistan para un inédito diálogo en Omán.
mié 09 abril 2025 03:18 PM
EU sanciona a Irán en medio de preparativos para un posible acuerdo nuclear
El presidente Masoud Pezeshkian dijo el miércoles que Irán no tiene ninguna objeción a que los inversores estadounidenses hagan negocios en el país, pero que el país se opone firmemente a cualquier intento de cambio de régimen o injerencia extranjera.

Estados Unidos anunció este miércoles nuevas sanciones contra cinco entidades y una persona vinculadas al programa nuclear de Irán, apenas unos días antes de que ambas naciones mantengan conversaciones, en un intento por reactivar las negociaciones nucleares tras años de estancamiento y tensiones.

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El Departamento del Tesoro informó que entre los sancionados se encuentra la Organización de la Energía Atómica de Irán, así como personas “que gestionan o supervisan el programa nuclear iraní”.

“La búsqueda irresponsable de armas nucleares por parte del régimen iraní sigue siendo una grave amenaza para Estados Unidos, la estabilidad regional y la seguridad mundial”, afirmó el secretario del Tesoro, Scott Bessent, en un comunicado.

Las medidas llegan en vísperas de una reunión “de alto nivel” entre funcionarios de Washington y Teherán programada para el sábado en Omán. La cita fue anunciada por el presidente Donald Trump durante una rueda de prensa el lunes en la Casa Blanca, junto al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

“Estamos en conversaciones directas con Irán”, declaró el mandatario estadounidense, quien también sostuvo que existe una posibilidad de alcanzar un acuerdo, aunque advirtió: “Irán estará en gran peligro si estas conversaciones fracasan”.

Una relación quebrada desde hace 45 años

Irán y Estados Unidos no mantienen relaciones diplomáticas desde 1980, un año después de la Revolución Islámica que derrocó al sha Mohammad Reza Pahlavi, estrecho aliado de Washington. Desde entonces, las tensiones son una constante, marcadas por episodios como la toma de la estadounidense en Teherán, las acusaciones mutuas de injerencia y las disputas en torno al programa nuclear iraní.

Teherán asegura que su programa tiene fines exclusivamente civiles, principalmente para la generación de electricidad. Sin embargo, las potencias occidentales, lideradas por Estados Unidos, acusan desde hace décadas a la República Islámica de buscar desarrollar armas atómicas, algo que el gobierno iraní niega reiteradamente.

Un acuerdo con Washington “es posible si la otra parte muestra la voluntad necesaria y suficiente”, dijo el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Abás Araqchi, el martes.

A través de su cuenta en X (antes Twitter), Araqchi subrayó que “la pelota está en el campo de Estados Unidos” y que el objetivo principal de Teherán es el levantamiento de las sanciones, reimpuestas por Trump en 2018, cuando decidió abandonar el acuerdo nuclear firmado en 2015.

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Trump, la amenaza militar y el petróleo

El republicano endureció su postura en aquel entonces, con la reinstauración de las sanciones al sector petrolero iraní y con más dificultades para el acceso del país a inversiones extranjeras.

De acuerdo con cifras oficiales, el acuerdo de 2015 permitió el regreso de inversionistas europeos a Irán, pero las empresas estadounidenses se mantuvieron al margen.

Aunque el mandatario aseguró esta semana tener esperanzas de lograr un nuevo acuerdo, también envió una advertencia clara.

“Si fracasamos en la diplomacia, bombardear Irán será inevitable”, dijo durante su encuentro con Netanyahu. En línea con esas declaraciones, el primer ministro israelí insistió el martes en un mensaje en video que él y Trump “están de acuerdo en que Irán no tendrá armas nucleares”.

Netanyahu incluso planteó una opción militar directa: “Esto puede lograrse con un acuerdo, pero solo del tipo: entramos, volamos las instalaciones, desmantelamos todo el equipo, bajo supervisión estadounidense”.

En contraste, el canciller Araqchi señaló en un artículo de opinión publicado el martes en The Washington Post que para avanzar en las negociaciones “primero tenemos que estar de acuerdo en que no puede haber una ‘opción militar’, y mucho menos una ‘solución militar’”.

Añadió que “Estados Unidos puede demostrar que se toma en serio la diplomacia cumpliendo cualquier acuerdo que alcance. Si se nos muestra respeto, lo corresponderemos”.

Inversiones, tensiones y mediación regional

El presidente iraní, Masud Pezeshkian, indicó el miércoles que su gobierno está abierto a recibir inversiones estadounidenses, pero rechazó cualquier intento de injerencia o cambio de régimen. “No tenemos objeción a la presencia de inversores estadounidenses en el país”, afirmó durante un discurso transmitido por la televisión estatal.

“Sin embargo, nos oponemos a sus políticas equivocadas, entre ellas las conspiraciones e intentos de cambio de régimen”.

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Pezeshkian también recordó que Washington estuvo implicado en intentos de desestabilización desde la caída del sha. En diciembre pasado, el entonces secretario de Estado Antony Blinken reconoció que esos intentos “no tuvieron realmente un gran éxito”.

El anuncio de la reunión en Omán fue recibido con buenos ojos por otras potencias. Tras una consulta trilateral con Teherán, el gobierno ruso expresó su respaldo.

“Por supuesto, esto solo puede ser bien recibido porque puede conducir a una desescalada de las tensiones en torno a Irán”, declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

Por su parte, China pidió a Estados Unidos que muestre “sinceridad” en el proceso.

¿Conversación directa o encuentro informal?

Aunque Trump afirmó que se trata de un diálogo “directo”, las autoridades iraníes matizaron esta afirmación.

“No aceptaremos ningún otro formato de negociación bajo amenazas y presiones”, advirtió Araqchi, de acuerdo con la agencia oficial IRNA. “Lo que realmente importa es la eficacia o no de las conversaciones, no el formato”, explicó en otro mensaje.

El gobierno estadounidense confirmó que Steve Witkoff, emisario especial de Trump, asistirá al encuentro. La vocera del Departamento de Estado, Tammy Bruce, subrayó que se trata simplemente de “establecer contacto. Es una reunión, no una negociación”, y aclaró que Washington mantiene una postura cautelosa.

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