George "Machine-Gun" Kelly, Alvin Karpis —el primer enemigo público número 1— y Arthur "Doc" Barker fueron otros de los criminales famosos que pasaron tiempo en Alcatraz.
Sin embargo, de acuerdo con las autoridades, la mayoría de los prisioneros en esta cárcel no eran gangsters bien conocidos, sino personas que se negaron a seguir las reglas y regulaciones de otras prisiones federales, quienes eran considerados violentos o peligrosos, o aquellos encarcelados que presentaban un riesgo de fuga.
El FBI indica que, a pesar del riesgo que significaba, 36 hombres intentaron huir en 14 escapes distintos. Casi ninguno de ellos sobrevivió. Pero el destino de tres prisioneros aún es desconocido.
Uno de ellos fue Frank Morris, que llegó a Alcatraz en enero de 1960, después de ser condenador por robo y otros crímenes, y luego de repetidos intentos de escapar de varias prisiones.
Más tarde ese año, un convicto llamado John Anglin fue enviado a Alcatraz, seguido por su hermano Clarence a principios de 1961. Los tres se conocían de sus períodos anteriores en prisión. Asignados a celdas adyacentes, comenzaron a idear un plan para escapar. Morris, conocido por su inteligencia, tomó la iniciativa en la planificación. Los ayudó otro recluso, Allen West.
El 12 de junio de 1962, el control rutinario de la cama a primera hora de la mañana resultó ser cualquier cosa menos eso. Tres convictos no estaban en sus celdas: John Anglin, su hermano Clarence y Frank Morris. West todavía estaba en su celda a la mañana siguiente cuando se descubrió el escape.