Al menos 56 adultos y 30 niños murieron en el condado de Kerr, dijo el sheriff Larry Leitha en una conferencia de prensa, con más de dos docenas de víctimas aún por identificar. Las autoridades no han determinado si la víctima número 87 era un adulto o un niño.
Entre los fallecidos se encuentran al menos 27 niñas y guías que se alojaban en un campamento juvenil de verano junto al río Guadalupe cuando se produjo la catástrofe, durante el fin de semana festivo del 4 de julio.
"Hasta el momento, cinco campistas de Camp Mystic y una guía siguen desaparecidos", añadió Leitha.
Las autoridades locales reportaron al menos 108 muertes relacionadas con las inundaciones en el centro de Texas, en el sur de Estados Unidos.
Las labores de rescate continúan
Los equipos de rescate de los estados vecinos y de México se unieron a los esfuerzos locales de búsqueda de supervivientes, que se dificultan por las tormentas eléctricas.
Ben Baker, de los guardabosques de Texas, explicó que las tareas de búsqueda y rescate con helicópteros, drones y perros fueron extremadamente difíciles debido al agua y el lodo.
"Cuando intentamos realizar estos rescates, estos grandes pilas de escombros pueden ser muy obstructivas, y adentrarse en ellas es muy peligroso", dijo Baker.
"Es extremadamente peligroso y lleva mucho tiempo. Es un trabajo sucio, el agua sigue ahí", añadió. Y señaló que se presta especial atención al estado mental de los socorristas, sobre todo porque se estaban recuperando los cuerpos de los niños.