Eduardo Bolsonaro, instalado desde hace meses en Estados Unidos, fue procesado por "amenazar a las autoridades judiciales y de otros poderes" con que conseguiría "de las autoridades estadounidenses sanciones (...) si el proceso no acababa" como era deseable para su padre, indicó la fiscalía.
Las amenazas eran "inequívocas y consistentes" y buscaron "someter los intereses de la República y de toda la colectividad a sus propios designios personales", agregó.
También fue imputado el influenciador Paulo Figueiredo, por los mismos motivos.
En cambio, la fiscalía desestimó la recomendación de la policía de imputar también a Jair Bolsonaro.
"Persecusión política"
La inculpación se conoció el mismo día en que Estados Unidos anunció nuevas sanciones contra Brasil.
Trump ya impuso aranceles punitivos de 50% a algunas exportaciones brasileñas en represalia a lo que consideró una "caza de brujas" contra su aliado Bolsonaro.
Su gobierno también castigó a varios altos funcionarios por el juicio.
Tras la sentencia del supremo contra Bolsonaro, la Casa Blanca había amenazado a Brasil con nuevas medidas.
Washington sancionó este lunes a la esposa del juez de la corte suprema Alexandre de Moraes, que condujo el juicio contra Bolsonaro, así como a una empresa propiedad de su familia.
En paralelo, al ser interrogado sobre reportes de prensa de que su visa fue revocada, el defensor general del Estado, Jorge Messias, dijo "recibir sin recelo la medida dirigida" contra él, sin dar más detalles.